El Leganés maltrata a su gente

El equipo de Luis Ángel Duque se acostumbra a perder en casa lo que gana fuera

La afición del Leganés volvió a salir zarandeada. Su equipo le ha acostumbrado en casa a la derrota. El Lega pierde en su campo lo que gana fuera. De momento, el trueque no funciona: los de Duque viven en el sótano de la tabla con seis negativos. Además, ayer, el maltrato fue por fases. Que duele más. Comenzó el choque con la mejor jugada del Leganés en la temporada. Una pared de Molina y Luis Ricardo: caracoleo de éste, que enviá al se gundo palo, para que Chuso, que venía lanzado, empalme con fuerza. El balón salió fuera, pero la gente ya se frotaba las manos. En el minuto 30 el Toled...

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La afición del Leganés volvió a salir zarandeada. Su equipo le ha acostumbrado en casa a la derrota. El Lega pierde en su campo lo que gana fuera. De momento, el trueque no funciona: los de Duque viven en el sótano de la tabla con seis negativos. Además, ayer, el maltrato fue por fases. Que duele más. Comenzó el choque con la mejor jugada del Leganés en la temporada. Una pared de Molina y Luis Ricardo: caracoleo de éste, que enviá al se gundo palo, para que Chuso, que venía lanzado, empalme con fuerza. El balón salió fuera, pero la gente ya se frotaba las manos. En el minuto 30 el Toledo llegó a la portería de Aguilera por primera vez. Fue gol. Tres minutos después se acercó por segunda vez. Otro rosco. Era el primer bofetón a una afición que llegaba con la esperanza de ver a su equipo despegar. Aun así, el personal engulló el bocata de panceta pensando que en la segunda parte aquello se arreglaría. La argumentación era clara: el Toledo no era superior a su equipo.

El Lega salió a morir. Las ocasiones del lado madrileño comenzaban a producirse cuando llegó la segunda decepción: Aguilera intentó regatear a un delantero y acabó perdiendo el balón. El gol lo anotó Corbalán. Hubo más El Leganés tuvo el coraje de hacer, dos goles en otros tantos minutos. Quedaban 15 minutos y aquello olía a empate. La afición, hasta ahora grogui por los batacazos, comenzó a bramar. Una falta de Luis Ricardo casi entra. Pero en el último instante llegó lo peor: Chuso lanzó casi sin ángulo y el balón acabó en la red del Toledo. Duque se abraza ba a su segundo, los jugadores pepineros lo celebraban, la afición se desgañitaba... Y mientras toda esta orgía de alegría ocurría, el árbitro anuló el gol. El balón se había introducido por un boquete que tenía la red de la portería del Toledo. El asunto no podía ser más triste.

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