La semana del bisturí

Las lesiones de Papin y Matthäus, la despedida de Trapattoni y las noticias negativas asolan al Bayern Múnich

"Si no fuera por la mala suerte", reza la letra de la antigua canción de blues, "no tendría suerte de ningún tipo". La traducción alemana es aplicable al Bayern Múnich. Pese a una tregua invernal que durará hasta el 18 de febrero, ha destrozado plusmarcas de noticias, todas ellas malas.Nada más bajar del avión que le traía desde Galicia, el búlgaro Emil Kostadinov ha sido operado para solventar problemas en una ingle. El francés Jean-Pierre Papin, que parecía empezar el Año Nuevo con mejor pie después de una racha que le ha afectado las dos rodillas, una mano y las muelas de juicio, ha ...

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"Si no fuera por la mala suerte", reza la letra de la antigua canción de blues, "no tendría suerte de ningún tipo". La traducción alemana es aplicable al Bayern Múnich. Pese a una tregua invernal que durará hasta el 18 de febrero, ha destrozado plusmarcas de noticias, todas ellas malas.Nada más bajar del avión que le traía desde Galicia, el búlgaro Emil Kostadinov ha sido operado para solventar problemas en una ingle. El francés Jean-Pierre Papin, que parecía empezar el Año Nuevo con mejor pie después de una racha que le ha afectado las dos rodillas, una mano y las muelas de juicio, ha vuelto a romperse. La más reciente aplicación del bisturí a la rodilla significa una nueva ausencia durante más de dos meses. El suizo Alain Sutter apenas ha jugado por lesión. Y ahora Lothar Matthäus, el capitán del barco, se ha roto el tendón de Aquiles y, dados sus 33 años, se teme por su futuro. Como si hubiese consultado los libros médicos que ubican estas roturas en los seis primeros minutos de ejercicio intensivo, cayó en el minuto tres de, un amistoso ante el Arminia Bielefeld. Ronald Koeman, el jugador azulgrana que ya sufrió una lesión similar, augura una difícil y larga recuperación para un Matthäus al que las primeras previsiones médicas más optimistas apartan de los terrenos hasta finales de abril.

La única rotura que justifica la anunciada baja del técnico italiano Giovanni Trapattoni ha sido la rotura con su pasado. Su mujer siente tanta nostalgia por la vida italiana que el entrenador ha confirmado su marcha al final de la campaña. De repente, el proyecto diseñado por Franz Beckenbauer, Karl-Heinz Rummenigge y sus compinches en la sala de juntas se desmorona como un castillo de naipes.

O casi. Habrá que destacar que el promedio de espectadores en el estadio olímpico es de 53.700 frente a los 36.000 presupuestados, lo cual abre la puerta para inversiones futuras. Es la única buena noticia.

Trapattoni afirma que no abandona sin atender a las urgencias, históricas en la Copa de Europa. En una entrevista concedida a la Gazzetta dello Sport, descubre su sueño de eliminar al Gotemburgo para luego volver a San Siro como rival del Milan. Si vence al campeón sueco, el Bayern disputará la semifinal ante el Ajax de Amsterdam o el Hajduk Split.

Quinto puesto

El error es anecdótico pero sintomático del desconcierto en un club que, pese a la complicidad arbitral" denunciada por sus rivales, ha ganado tan sólo 7 de sus 17 encuentros en la Bundesliga y que arrancará del quinto puesto en febrero, a seis puntos del Borussia Dortmund.

El recién llegado Papin quedó impresionado por una desorganización que no cuadraba con sus preconceptos del fútbol alemán, y el ambiente en el vestuario llegó a ser tan tenso que Beckenbauer se vio obligado a colaborar con el técnico italiano en la terapia de grupo. La situación alcanzó un punto tan extremo que Matthäus consintió en bajar de su carro y regresar al futuro como centrocampista. Delante, la velocidad del búlgaro Kostadinov iba a ser la compañera idónea para la contundencia definidora de Papin. El bisturí ha dado en la carne más viva del Bayern y, si no se cumplen los objetivos domésticos y continentales, sus cortes no se limitarán al quirófano.

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