El Leganés roza el éxito pleno en Alicante

Andrés, en el minuto 81, empató un partido que pudo ganar el equipo madrileño

El Leganés consiguió el cuarto positivo de la temporada en el estadio Rico Pérez alicantino, su talismán. En las tres visitas de los madrileños al campo del Hércules ha logrado una victoria y dos empates. El de ayer surgió de una virtud: aprovechar las ocasiones. Cuando parecía que volverían derrotados, reaccionaron en el cuarto de hora final. Incluso pudieron haber conseguido la victoria merced a las ocasiones creadas tras el gol de Andrés, conseguido a nueve minutos de la conclusión.El conjunto entrenado por Luis Ángel Duque demostró desde el inicio del partido que sus pretensiones en Alican...

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El Leganés consiguió el cuarto positivo de la temporada en el estadio Rico Pérez alicantino, su talismán. En las tres visitas de los madrileños al campo del Hércules ha logrado una victoria y dos empates. El de ayer surgió de una virtud: aprovechar las ocasiones. Cuando parecía que volverían derrotados, reaccionaron en el cuarto de hora final. Incluso pudieron haber conseguido la victoria merced a las ocasiones creadas tras el gol de Andrés, conseguido a nueve minutos de la conclusión.El conjunto entrenado por Luis Ángel Duque demostró desde el inicio del partido que sus pretensiones en Alicante se ceñían a un simple empate. Pero al final se crecieron, olvidaron sus temores y estuvieron a punto de alcanzar una victoria. Al principio, sin embargo, renunciaron a cualquier opción ofensiva. Cuando salían de su terreno lo hacían sin demasiada convicción porque en sus avances no existía el ímpetu necesario ni la codicia para buscar el gol que les colocase en situaciones ya conocidas en este campo. Tan sólo buscaron maneras positivas de sacudirse la presión y dominio local. El Leganés dispuso una defensa de cuatro jugadores e igual número de centrocampistas, manteniendo sólo a Iñigo y a Miguel Ángel en el ataque, aunque, en ocasiones, el sistema era 3-4-2-1, con sólo Miguel Ángel como hombre avanzado. Con este sistema, Luis Ángel Duque pretendía y conseguía maniatar a los jugadores alicantinos con marcajes muy estrechos y sin apenas opción en su propia área, lo que dio resultado apetecido durante casi todo el primer tiempo.

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El Hércules, por su parte, apenas disponía de ocasiones, excepto las combinaciones de Zafra-Alfaro y Luismi-Alfaro que no dieron ningún resultado práctico, al igual que los remates de Melgar, Zafra y Paquito, único fruto del control y dominio alicantino. Mientras, el Leganés tan sólo dispuso de una ocasión de cierto peligro en una falta lanzada por Chuso que inquietó la portería de Abellán.

Tras el gol marcado por el Hércules en penalti tras el derribo de Mario a Zafra, los alicantinos encontraron la confianza que necesitaban para irse decididamente al ataque y creir en cuatro minutos más ocasiones que en el resto de este periodo.

Pavlicic, Quique Medina y Luismi estuvieron a punto de aumentar el tanteo, con un Leganés completamente entregado a su suerte. Por primera vez en el partido, los madrileños se encentraban dominados y con los papeles perdidos.En la segunda mitad, y a, pesar del aparente ímpetu madrileño en la reanudación, el Hércules encerró completamente a su rival sometiéndole a constantes remates a portería, alguno de ellos peligroso, como los de Pavlicic y Quique Medina, mientras que el equipo de Duque tan sólo tuvo una ocasión en una falta ejecutada por Miguel Ángel que salió desviada de la portería local.Cambio decisivo

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La entrada de Andrés por Mesas resultó decisiva para el desenlace del encuentro, ya que, pasada la media hora, el equipo entrenado por Duque estiró sus líneas y se mostró más ofensivo y pretencioso de una mejor suerte que la derrota mínima. Una falta lanzada por el propio Andrés fue el preludio de los mejores minutos del conjunto madrileño, que a partir de ahí no cejó en su empeño de buscar cuando menos la igualada merced a los continuos contrataques que pudieron tener su premio en el remate de Miguel Ángel, anticipo del gol de Andrés. El desconcierto alicantino por el gol inesperado sirvió, para que el Leganés buscase un mayor éxito. Pudo llegar en dos remates de Antoñito sobre la portería de Abellán, que con sus intervenciones evitó la segunda victoria a domicilio del conjunto madrileño.

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