Anguita ampliará la dirección de IU para sellar la paz interna

Julio Anguita pretende ampliar el número de miembros de los dos máximos órganos de dirección de Izquierda Unida -la presidencia federal y el consejo político federal- para que se sientan representadas en ellos todas las familias y poderes territoriales de la formación. Anguita tiene ya decidida en sus líneas generales la candidatura al consejo que votará la asamblea el domingo y trabaja en el diseño de la presidencia, que se elegirá en enero.

Más de dos años después de que IU saliese partida casi por la mitad de su anterior Asamblea Federal, Anguita pretende ahora que la paz interna que...

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Julio Anguita pretende ampliar el número de miembros de los dos máximos órganos de dirección de Izquierda Unida -la presidencia federal y el consejo político federal- para que se sientan representadas en ellos todas las familias y poderes territoriales de la formación. Anguita tiene ya decidida en sus líneas generales la candidatura al consejo que votará la asamblea el domingo y trabaja en el diseño de la presidencia, que se elegirá en enero.

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Más de dos años después de que IU saliese partida casi por la mitad de su anterior Asamblea Federal, Anguita pretende ahora que la paz interna quede reflejada en una dirección plural y de consenso.La IV Asamblea Federal, que se reúne de viernes a domingo en Madrid, votará, según todos los indicios, una lista de consenso encabezada por Anguita para el Consejo Político que pasará de sus 85 miembros actuales a 95. Otro centenar de miembros de este órgano de dirección -el máximo entre asambleas- serán designados después por las federaciones de IU. Respecto a la presidencia, sus 26 miembros actuales pasarán a algo más de la treintena, a los que se sumarán los coordinadores regionales.

La intención de Anguita ha sido no trabajar en virtud de cuotas, sino buscar un consenso en el que todos pudieran sentirse representados, según fuentes de la actual dirección. Pero la dificultad de los equilibrios le ha llevado a optar por ampliar la cifra de miembros de los dos órganos, pese a que él mismo había defendido la necesidad de buscar una dirección más reducida.

Los renovadores reclaman ocho puestos en la presidencia y una veintena en el Consejo Político, aunque sus dirigentes recalcan que, si hay consenso, "el número no es un problema excesivo". Nueva Izquierda quiere mantener en la presidencia a Cristina Almeida, Diego López Garrido, Juan Berga, Isabel Vilallonga, Mercedes Gallizo y Maite Domingo e incorporar a Jerónimo Andreu y a Javier Gutiérrez.

Dirigentes próximos a Anguita creen esta cifra es excesiva, aunque dan por sentado que se llegará a un acuerdo. El propio Anguita tranquilizaba hace escasos días a un diputado renovador, al que comentó que la dirección iba a quedar "bien encajada".

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Las fuentes informantes, que han seguido todo el proceso de negociaciones que está manteniendo Anguita, indican que la presidencia mantendrá en lo sustancial su actual composición. Entre las muy probables incorporaciones están el diputado Felipe Alcaraz; el ex secretario general de Hacienda Juan Francisco Martín Seco; el dirigente andaluz Pedro Granados; el líder de la corriente Izquierda Alternativa, Jaime Pastor, y Víctor Ríos. Los socialistas del Pasoc, separados por propia voluntad de Nueva Izquierda, se quedarán con sus tres puestos actuales.

Las responsabilidades ejecutivas en la presidencia probablemente se reestructurarán. Pedro Granados pasará a tener competencias en el área de organización y finanzas.

La amplitud de un órgano como el Consejo Político Federal permite a Anguita un margen de maniobra mayor. El coordinador general de IU terminará probablemente de perfilar la lista definitiva en la misma Asamblea.

Sea en la lista que verá la Asamblea, sea a través de las propuestas de las federaciones, al Consejo se incorporarán dirigentes de CC OO -Agustín Moreno, Salce Elvira y Ángel Campos son los nombres más citados- y de UGT -Guillermo Alonso del Real-.

Motivos para el acuerdo

"Los problemas internos de IU los han resuelto los socialistas con su política. Habría que ver qué hubiese pasado si el PSOE hubiera hecho una política progresista". Dos dirigentes renovadores ironizan así sobre el trecho que ha recorrido esta formación desde que en mayo de 1992 cerrase su III Asamblea con un abierto enfrentamiento. El pacto de Felipe González con los nacionalistas catalanes y la política del Ejecutivo han congregado en su contra a todas las familias de IU.Las diferencias se mantienen ahora en cuál debe ser la política de alianzas de IU y sus relaciones con el PP.

Otro sólido cemento para cerrar las grietas han sido los buenos resultados electorales. Salvo en los comicios gallegos de octubre de 1993, IU ha traducido en éxitos todas sus citas con las urnas desde la anterior Asamblea. En las últimas generales, ganó un diputado y pasó de 1.858.588 a 2.253.722 votos, cifra que aún aumentó en otros 200.000 votos más en las europeas del pasado junio.

Una política organizativa que intentó evitar exclusiones y la huida de los socialistas del Pasoc de las filas de Nueva Izquierda han contribuido también a resolver los enfrentamientos. Así las cosas, unos y otros no paran ahora de hablar de paz y consenso. Tanto, que Anguita ha llegado a bromear con que tendrá que inventarse algún oponente.

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