FÚTBOL PRIMERA DIVISIÓN

Mayoritaria mejoría

Los jugadores del Atlético estrenaron nuevo modelo (sin contar el precipitado debú ante el Madrid). Quince días después de los ensayos bajo la fórmula D'Alessandro, no mejoraron la calidad de su juego colectivo, aunque sí su solidez. En cambio, y salvo raras excepciones, sí mostraron ligeras mejorías en el rendimiento individual.Diego. Poco trabajo. -El que tuvo, lo resolvió bien. Sobre todo, un lanzamiento de falta de Silvio. Mejoró.

Tomás. Se ganó el jornal con doble ración de esfuerzo. Blindó su banda y salió al cruce por el centro en algún contraataque. Apenas particip...

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Los jugadores del Atlético estrenaron nuevo modelo (sin contar el precipitado debú ante el Madrid). Quince días después de los ensayos bajo la fórmula D'Alessandro, no mejoraron la calidad de su juego colectivo, aunque sí su solidez. En cambio, y salvo raras excepciones, sí mostraron ligeras mejorías en el rendimiento individual.Diego. Poco trabajo. -El que tuvo, lo resolvió bien. Sobre todo, un lanzamiento de falta de Silvio. Mejoró.

Tomás. Se ganó el jornal con doble ración de esfuerzo. Blindó su banda y salió al cruce por el centro en algún contraataque. Apenas participó en ataque. Igual.

López. Peleó con Matute en la rimera mitad y con Silvio, en la segunda. Salió airoso en ambos casos. En su debe, un agarrón al brasileño dentro del área. Igual.

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Solozábal. Resolvió con efectividad las incursiones riojanas por su zona. Seguro atrás. Poca aportación en ataque. Igual.

Toni. Cumplió en defensa. Era el zaguero con más obligaciones ofensivas, pero no prodigó las subidas. Sólo alcanzó la línea de fondo en una ocasión. Igual.

Manolo. Después de un par de semanas de carga verbal contra el anterior técnico, Maturana, estaba obligado a demostrar sobre el césped él. porqué de sus reivindicaciones. Cumplió. Fue de los jugadores con mayor criterio y dibujó algunos de los pases más peligrosos. Mejoró.

Caminero. Recuperó su puesto. Como volante central, pero liberado de la misión de organizar el equipo. Con libertad absoluta de movimientos. Marcó el tercer gol, participó en el segundo y firmó las dos mejores jugadas de la noche. Mejoró. Vizcaíno. En su línea. Soportó el trabajo destructivo del centro del campo. Prodigó el disparo lejano. En uno de sus remates el Atlético abrió la victoria. Igual.

Simeone. Demasiado obsesionado con lucirse. Aprovecha su largo recorrido y su privilegiada fortaleza física para aparecer por el medio de todas las jugadas: más que una virtud, un defecto, ya que estorba con frecuencia. Demasiado gesticulante, lo que, a veces, echa al público encima de sus compañeros. Lo más positivo de su labor, la asistencia del tercer tanto. Empeoró.

Kosecki. Puso ganas. Sólo eso. Sus carreras no llevaron peligro. Se ganó el cambio. Empeoró.

Valencia. Trabajó. Salió airoso de lances difíciles y se complicó la vida en los sencillos. Participó en el primer gol y marcó el segundo. Mejoró. Dobrovolski. Su salida resultó decisiva. Lejos de dormir el partido, como quería su técnico, lo sacó del tedio. El juego subió con su presencia. Decisivo en el 2-0 y en el 3-0. Mejoró.

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