Camacho denunció a Gutiérrez ante la comisión de garantías en la pugna por controlar CC OO

El PCE ha incrementado sus esfuerzos para tomar las organizaciones obreras, a las que considera excesivamente tibias en sus relaciones con el Gobierno. La aplicación de la estrategia del PCE ha provocado una lucha sin precedentes en CC OO. Después del consejo confederal del pasado 22 de febrero, el presidente del sindicato, Marcelino Camacho, llevó a Antonio Gutiérrez, secretario general de CC OO, a la comisión de garantías, el máximo órgano disciplinario del sindicato, acusándole de el prepotencia y arrogancia" y de no respetar la democracia interna.

Las diferencias entre el partido y ...

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El PCE ha incrementado sus esfuerzos para tomar las organizaciones obreras, a las que considera excesivamente tibias en sus relaciones con el Gobierno. La aplicación de la estrategia del PCE ha provocado una lucha sin precedentes en CC OO. Después del consejo confederal del pasado 22 de febrero, el presidente del sindicato, Marcelino Camacho, llevó a Antonio Gutiérrez, secretario general de CC OO, a la comisión de garantías, el máximo órgano disciplinario del sindicato, acusándole de el prepotencia y arrogancia" y de no respetar la democracia interna.

Las diferencias entre el partido y el sindicato tienen ya una larga historia y, de hecho, son el reflejo de una fuerte pugna por recuperar el modelo de sindicato como "correa de transmisión" del partido. El partido pretende situar al frente de las organizaciones obreras a hombres cercanos, al PCE, aprovechando tanto los procesos congresuales abiertos -en enero de 1996 está previsto el Congreso confederal del sindicato-, como los cambios que antes puedan producirse (caso de Asturias, donde ha dimitido el secretario general, Emilio Huerta).En este afán por recuperar el movimiento, obrero,, dirigentes del PCE han venido celebrando distintos encuentros -conferencias sindicales, plataformas, etcétera- para analizar cómo dotar al partido de "instrumentos organizativos que permitan el trabajo hacia el movimiento obrero y sindical".

El 22 de octubre pasado se celebró la Conferencia Provincial del Movimiento Obrero en Andalucía en la que Felipe Alcaraz, secretario general del PCA, presentó un informe adelantando la estrategia del PCE respecto a los sindicatos. En este documento se apuesta por "fortalecer política e ideológicamente a CC OO". Y se subraya que dentro de CC OO no existe el convencimiento de que "el movimiento obrero organizado" haya de incorporarse activamente en IU-LV-CA. "Debemos", dice el texto, "hacer todos los esfuerzos por cambiar esta situación en el seno de CC OO" -se pide a los militantes de Comisiones que se afilien a IU-LV-CA- y se hace una fuerte crítica a los acuerdos de este sindicato sobre el PER. Se apunta incluso que el pacto no responde a una campaña demovilización de los sindicatos, "sino a una estrategia negociadora del Gobierno" que "intenta desarticular el movimiento obrero".

Los puntos más conflictivos entre el partido y el sindicato se, han producido precisamente en temas como la reforma del, Plan de Empleo Rural (PER), acuerdo salarial de funcionarios o la estrategia que CC OO decidió seguir tras la huelga general del pasado 27 de enero.

A nivel confederal es en este, punto concreto donde las tensiones dentro de Comisiones Obreras han adquirido mayor crudeza. Y en vez de suavizarse, se han agudizado. El pasado 22 de febrero se reunía el consejo confederal, máximo órgano entre congresos, con el fin de analizar los resultados de la huelga general del 27 de enero y la estrategia posterior.

El debate, sirvió para definir las profundas diferencias existentes en Comisiones Obreras. El secretario general, Antonio Gutiérrez, planteó una estrategia basada en continuar las presiones, pero teniendo en cuenta las circunstancias que se produjeran en las relaciones entre los sindicatos y él Gobierno. El presidente del sindicato, Marcelino Camacho, hizo una encendida defensa de la necesidad de incrementar la presión. Y, en apoyo de estas tesis, Agustín Moreno presentó un calendario de movilizaciones.

En el resumen final, Antonio Gutiérrez recogió las distintas propuestas que fueron aprobadas mayoritariamente por el consejo y, aunque se hablaba de acciones de presión, no se concretaron fechas ni formas de realizarlas. Agustín Moreno exigió entonces que se votara aisladamente su propuesta, lo que fue rechazado por la presidencia del consejo. Camacho expuso su protesta, llegando á acusar al moderador del consejo, Máximo Abad, responsable de política de servicios, y a Antonio Gutiérrez de felipistas y de actuar con la misma "prepotencia" y "arrogancia" que el Gobierno del PSOE.

Finalmente, en una decisión sin precedentes, el presidente de CC OO, Marcelino Camacho, decidió llevar a la Comisión de Garantías, el máximo órgano disciplinario del sindicato, a Antonio Gutiérrez y a Máximo Abad por dañar gravemente: la democracia interna del sindicato. La Comisión de Garantías, ha rechazado la denuncia. Y Agustín Moreno ha decidido, reponer un recurso contra esta, resolución. Decisión que es interpretada en medios sindicales como un intento de dejar públicamente clara su postura.

Marcelino Camacho restaba ayer importancia a estos sucesos a los que calificaba de "diferencias internas sin importancia, salvo que se quiera sacar sangre de donde no la hay". Para el histórico dirigente sindical, las conferencias sindicales, tanto la de Andalucía `como la celebrada, en Madrid el 22 de abril a que hacía referencia La Vanguardia en su edición del pasado'30 de octubre, "sólo era una forma de cumplir el mandato del XIII Congreso entre militantes del PCE que tienen especial relación sindical".

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