Devotos de Helenio Herrera

El Getafe consigue con 10 jugadores su primera victoria del campeonato

El Getafe proclamó en Orense su devoción por las teorías del veterano entrenador Helenio Herrera. "Con 10 jugadores se juega mejor", proclamó un día Herrera. Los getafenses cumplieron esta teoría. Después de disputar ocho partidos con los 11 jugadores reglamentarios, el Getafe no había conseguido la victoria. Ayer, en cuanto que el árbitro expulsó a Mozos por doble amonestación en el minuto 33, el equipo madrileño se adelantó en el marcador en dos ocasiones. El resultado es la primera victoria desde que comenzó la Liga.El Getafe se impuso con todo merecimiento al Orense, en un partido que los ...

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El Getafe proclamó en Orense su devoción por las teorías del veterano entrenador Helenio Herrera. "Con 10 jugadores se juega mejor", proclamó un día Herrera. Los getafenses cumplieron esta teoría. Después de disputar ocho partidos con los 11 jugadores reglamentarios, el Getafe no había conseguido la victoria. Ayer, en cuanto que el árbitro expulsó a Mozos por doble amonestación en el minuto 33, el equipo madrileño se adelantó en el marcador en dos ocasiones. El resultado es la primera victoria desde que comenzó la Liga.El Getafe se impuso con todo merecimiento al Orense, en un partido que los madrileños jugaron con 10 hombres desde el minuto 33 de la primera parte por expulsión de Mozos. Los dos conjuntos salieron al terreno de juego con mucho respeto al contrario, y el encuentro se desarrolló en el medio campo durante toda la primera mitad. Argenta y Jaime dominaron a sus pares y su equipo dispuso de las mejores oportunidades de gol gracias a la velocidad de Julián y a la buena colocación de Mariano.

La segunda tarjeta a Mozos animó a los locales, que se fueron apresuradamente al ataque. Sólo dos minutos después de la expulsión, Julián aprovechó un despiste de la zaga orensana y se fue solo hacia Ares. Cantero le derribó al borde del área y el propio Julián lanzó magistralmente el libre directo, colocando el balón por la escuadra. El partido entró por fin en el guión previo. El Getafe se cerró atrás y el Orense se volcó sobre la meta de Caballero.

Con el descanso llegaron las modificaciones; el entrenador visitante ordenó a su equipo para que se encerrara en su propio campo, y los técnicos locales dieron entrada a Pichi y Sequeiros, dos hombres de marcada vocación atacante. Pero Duque conocía muy bien a su rival y supo frenar su juego ofensivo. Lucio y Angelín se impusieron siempre a los orensanos, y el equipo local, incapaz de penetrar por el centro -bien guardado por Argenta, ahora como libre, y Luis Miguel- se vio sumido en una desesperante impotencia.

La contra daría al Getafe el tanto de la tranquilidad. Julián, una pesadilla para la zaga rival durante toda la tarde, dio un pase en profundidad a Montero, que, arrancando desde atrás, se plantó ante Ares y le batió por bajo en su salida. El partido estaba sentenciado, no tanto porque el Orense no tuviera minutos por delante para remontar, sino porque los locales se habían estrellado una y otra vez contra el perfecto entramado defensivo del Getafe. Nada iba a cambiar. Los jugadores locales no consiguieron disparar ni una sola vez entre los tres palos de la puerta contraria. El público aceptó como irremediable la derrota y comenzó a abandonar el estadio a 10 minutos del final. En la rueda de prensa posterior al partido, Duque reconoció que la baja del líbero Rodolfo, ex jugador del Atlético de Madrid y el Betis, había favorecido el planteamiento del Getafe. El año pasado, los madrileños cayeron 4-1 en Orense; la historia no se repitió porque Duque tenía la lección bien aprendida.

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