COMPETICIONES EUROPEAS

El Barça desafía la leyenda de Old Trafford

El Manchester United defiende su imbatibilidad europea ante los azulgrana

No hay mejor clínica para un chequeo futbolístico que Old Trafford. Nadie ha ganado en la cancha del Manchester United en partido de competición europea en casi medio siglo de historia (suma 39 victorias y 13 empates). Ni un solo gol ha encajado en su casa el campeón inglés en los cinco partidos que lleva de Liga (10 tantos a favor y 0 en contra). Jamás ha salido victorioso el Barca de un feudo inglés desde marzo de 1960, cuando el último gran equipo azulgrana dinamitó la leonera del Wolwerhampton (2-5). Y perdieron los barcelonistas las dos últimas confrontaciones con los sucesores de Matt Bu...

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No hay mejor clínica para un chequeo futbolístico que Old Trafford. Nadie ha ganado en la cancha del Manchester United en partido de competición europea en casi medio siglo de historia (suma 39 victorias y 13 empates). Ni un solo gol ha encajado en su casa el campeón inglés en los cinco partidos que lleva de Liga (10 tantos a favor y 0 en contra). Jamás ha salido victorioso el Barca de un feudo inglés desde marzo de 1960, cuando el último gran equipo azulgrana dinamitó la leonera del Wolwerhampton (2-5). Y perdieron los barcelonistas las dos últimas confrontaciones con los sucesores de Matt Busby (1984 y 1991).Los números espantan. La mayoría de los invitados se rinden al salir del camerino. La leyenda. de los Diablos Rojos ha sobrevivido a mitos del fútbol como la pareja Maradona-Schuster. Nadie, sin embargo, ha tenido las agallas de Johan Cruyff. El técnico del Barcelona anuncia que, puesto a saldar hasta las deudas de sus antepasados en el club azulgrana, hoy no firma ni el empate (20.30, La 1 y TV-3). Hay quien, recordando la pasada final de Atenas perdida contra el Milan, ha calificado la afrenta de bravata. Otros, en cambio, opinan que, sea cual sea el saldo del choque, la mejor forma de evitar el pánico entre el grupo es intimidando. Y el equipo así lo ha entendido. El mensaje de Cruyff ha cuajado, y los futbolistas coinciden en que están listos para una batalla digna de héroes.

Colectivo revitalizado

La victoria en Mestalla, la primera del curso actual en campo ajeno, ha revitalizado al colectivo. Hay datos que abonan la tesis: el Barcelona suma en la Liga un punto menos que el año pasado; Busquets dice haberse dado cuenta de que la hinchada ya empieza a mirar a otras parcelas del campo y no sólo a su portería; el capitán Bakero anuncia que "lo peor ya ha pasado"; Cruyff ha dado con una alineación estable presidida por las llamadas vacas sagradas: nueve mundialistas; los extranjeros aseguran un buen caudal de goles, y el equipo ha recuperado el crédito.

Una vez contrastado su valor como producto nacional, hoy se cuestiona su cotización internacional. Perdedor este año en Gotemburgo y sin haber dejado rastro todavía de una actuación digna de añoranza en competición europea, resulta complicado adivinar la talla continental del Barcelona de Cruyff. El grupo azulgrana no ha encontrado los automatismos que despierten su fútbol vertical, profundo, al toque, plástico y, al tiempo, matador. Es un conjunto de juego aún algo barroco, con lapsus alarmantes de atención -no hay partido en que no encaje un gol al primer cuarto de hora- y errores en el sistema de contención y a veces hasta de control, con soluciones a medio pelo como los marcajes individuales. Las estadísticas y los futbolistas son más noticia que el equipo. Le falta concentración y continuidad, y consecuentemente es un colectivo coyuntural, de acciones concretas.

Tampoco el Manchester anda fino, pese a que las estadísticas le apunten como imbatible en su feudo y líder del grupo en la Liga de Campeones, por su victoria contra el Gotemburgo (4-2) y el empate en Turquía (0-0). El director general del club, Martin Edwards, insta en el programa de mano del partido a que los hinchas hagan "más ruido que nunca", canten "más alto que nunca" para que el rival sepa, dicen, "quiénes somos". Y es que los Diablos Rojos de la Liga no son los mismos que los de la Copa de Europa.

La normativa de la UEFA obliga a Alex Fergusson a elegir a cinco jugadores, entre extranjeros y asimilados, de los 10 que tiene en el plantel. La nómina de lesionados es abrumadora: hay hasta cola para entrar en el quirófano en el momento en que el equipo se asegure su clasificación para los cuartos de final (Keane y Hughes entre ellos). Además, Eric Cantona es baja por sanción. El francés le pone la imaginación a un equipo que, como todo conjunto británico, es previsible en su fútbol. Sólo ha faltado que Ryan Giggs se lesionara para que sonara la alarma. El joven extremo es quien da la luz en el infierno de Old Trafford, y su concurso será dudoso hasta el último momento. Lesionado Ferrer -presumiblemente su baja provocará la entrada en el equipo de Amor y de Sánchez Jara por Eusebio- la baja del galés sería bien recibida en el vestuario azulgrana.

La zurda del llamado sucesor de George Best es la catapulta del fútbol ofensivo del Manchester. Un juego e presión, muy intenso y agresivo, temperamental y fulminante en las jugadas de estrategia a balón parado. El antídoto azulgrana pasa por practicar un fútbol de control, rápido en la salida del cuero y especialmente atento en defensa. "Para sobrevivir en Old Trafford no hay otra salida que -al margen de no perder el balón- evitar los, córneres y las faltas", sentencian los técnicos barcelonistas. "Sabiendo que su mejor virtud es el fútbol aéreo", matiza Cruyff, "no habrá que estar dentro de nuestra área y listo". "Nuestra arma, en contrapartida, debe ser mandar desde el principio, sin esperar a. que nos metan un gol, y atacar con velocidad", agrega. "Ofensivamente nos puede venir muy bien su estilo. Este es el típico campo donde podemos ganar".

Las virtudes inglesas son, precisamente, los mayores, defectos barcelonistas, y viceversa. El partido se presenta como un choque de estilos plausibles en un estadio rugiente por la pasión de la hinchada por el fútbol.

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