FÚTBOL SEGUNDA DIVISIÓN

Inofensivos ante el zarpazo balear

El Rayo Vallecano recibió dos tantos en cuatro minutos

El Rayo, lejos de Vallecas, es inofensivo. Y eso es malo, muy malo para un equipo que se ha planteado como objetivo inmediato retornar a la Primera División. Los rayistas fueron ayer incapaces de ganar como visitantes y desaprovecharon otra oportunidad en Mallorca.

El equipo de Vidal lo tuvo fácil, pero un zarpazo balear en forma de contragolpe y un autogol acabaron con sus esperanzas. Y eso que Wilfred detuvo un penalti a Milojevic. Al final, el meta camerunés fue expulsado por derribar al propio delantero serbio.

A los jugadores del Rayo se les quedó la cara de tontos al fi...

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El Rayo, lejos de Vallecas, es inofensivo. Y eso es malo, muy malo para un equipo que se ha planteado como objetivo inmediato retornar a la Primera División. Los rayistas fueron ayer incapaces de ganar como visitantes y desaprovecharon otra oportunidad en Mallorca.

El equipo de Vidal lo tuvo fácil, pero un zarpazo balear en forma de contragolpe y un autogol acabaron con sus esperanzas. Y eso que Wilfred detuvo un penalti a Milojevic. Al final, el meta camerunés fue expulsado por derribar al propio delantero serbio.

A los jugadores del Rayo se les quedó la cara de tontos al finalizar el primer periodo. En un abrir y cerrar de ojos, sin tiempo para reaccionar, se encontraron con el marcador en contra en el partido más fácil que visitante alguno tuvo la ocasión de disputar en el vetusto Luis Sitjar de Palma. El Rayo lo tuvo todo: dominio, control del balón, mejor adaptación al terreno de juego y oportunidades.

Manejó con tanta tranquilidad el tempo de las acciones que alguno de sus jugadores llegaron a pensar que se trataba de un entrenamiento y no de un partido oficial. El respeto mutuo que se profesaron dos equipos acostumbrados a, subsistir en el filo de la navaja de la Primera y Segunda División, restó brillo al espectáculo.

En 45 minutos sólo se registraron dos disparos que obligaron a sendas intervenciones de los porteros Wilfred y Prat. El cancerbero del Rayo detuvo un remate de óscar (minuto 35) y el del Mallorca desvió a córner un lanzamiento de Visnic (minuto 18). El partido se movía, indolente, en territorio de nadie y con ninguno de los dos equipos con fuerza y capacidad para coger el mando de las acciones.

Zarpazo mortal

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El Rayo ahorraba energías para el segundo tiempo, cuando encajó el zarpazo mortal, del Mallorca. En tres toques, el equipo balear depositó el balón en las redes de un sorprendido Wilfred. Fue un castigo tremendo para los rayistas, cuyo único defecto hasta ese momento había sido el conformismo. Y fue un premio a todas luces exagerado para un Mallorca que no hizo nada para merecer esa ventaja.El Rayo Vallecano cambió el chip en la segunda parte, pero de inmediato se encontró con otro golpe adverso de la diosa fortuna, al desviar Lema a su propia portería un remate de Pedraza. La atención se desvió entonces del partido al juego que daban las cámaras. El técnico rayista David Vidal, al que Canal + hizo un seguimiento especial, se movía inquieto en su banquillo. La misma historia se repetía en el palco de honor con la presidenta del club, María Teresa Rivero.

El partido había puesto a prueba la entereza del Rayo ante situaciones complicadas y quedaba por ver la reacción de jugadores veteranos y curtidos en mil batallas. Pero el Rayo, corto de fuerzas, hizo suficiente con evitar la goleada (Wilfred detuvo un penalti a Milojevic) tras quedarse con 10 jugadores por expulsión del portero camerunés.

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