FÚTBOL PRIMERA DIVISIÓN

Triunfo reparador de la Real

Kodro recuperó el olfato y endosó dos goles al Oviedo

La Real Sociedad encendió ayer una luz en la mitad del túnel con un triunfo reparador ante un rival que le disputaba las urgencias en la clasificación Una segunda mitad pletórica de los realistas condujo al Oviedo a los infiernos, incapaz de mantener el balón y la posición en el terreno de juego. Kodro, ambicioso y regenerado por la presencia de Luis Pérez a su costado, apuntilló el resultado con dos goles que le restituyen la condición perdida de goleador. El Oviedo se limitó a escenificar una amenaza que al final se quedó en un suave maquillaje.Quizá porque la desgracia aúna, el partido adqu...

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La Real Sociedad encendió ayer una luz en la mitad del túnel con un triunfo reparador ante un rival que le disputaba las urgencias en la clasificación Una segunda mitad pletórica de los realistas condujo al Oviedo a los infiernos, incapaz de mantener el balón y la posición en el terreno de juego. Kodro, ambicioso y regenerado por la presencia de Luis Pérez a su costado, apuntilló el resultado con dos goles que le restituyen la condición perdida de goleador. El Oviedo se limitó a escenificar una amenaza que al final se quedó en un suave maquillaje.Quizá porque la desgracia aúna, el partido adquirió al principio un carácter equitativo. Para la Real Sociedad las bandas, para el Oviedo el centro; los donostiarras, jugando al tranco largo, los ovetenses disfrutando del juego en corto Hasta el minutado se repartía escrupulosamente a intervalos de 15 minutos. En la primera mitad cada uno aprovechó el suyo para obtener beneficio en el marcador y ambos dejaron en el medio un lugar para la especulación.

La actitud de los equipos y las circunstancias del marcador abrieron un partido destinado a priori a las precauciones. El Oviedo pobló su centro del campo pero otorgó a Prosinecki libertad ofensiva para alimentar a Carlos, teóricamente el único atacante del Oviedo. La fortaleza de Armando permitía a su equipo disponer de hecho de una línea atacante de tres hombres que excedía la capacidad defensiva de la Real. La Real encontró su gol después de que Carlos inaugurase su recital de infortunio en el primer minuto. Precisamente su marcador Loren le sacó los colores en su única incorporación al ataque.

En el segundo cuarto de hora el Oviedo estableció los criterios que rigen su fútbol avanzando metro a metro bajo la batuta de Jolcanovic y Prosinecki. Carlos por dos veces más desesperó a su equipo en la boca del gol, pero a la cuarta obtuvo premio a su tesón en una jugada estratégica tras un saque de esquina.

Tras el descanso, en un cuarto de hora la Real Sociedad había deshecho la madeja ovetense y se limitaba a tirar del hilo ante la impotencia de los de Antic cada vez más encajonados y carentes de recursos. Su proyección ofensiva sucumbía infantilmente a la táctica del fuera de juego.

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