El pelotón se queda sin mercado

Al menos 12 ciclistas españoles irán al paro en 1995

"Suelo mojado, cajón seco", dicen los tenderos viejos cuando llueve, y mucho ha debido de llover en el ciclismo español este año. El periodo otoñal, el típico de la bolsa de mercado, ha dado poco de sí. "Cuando no hay equipos nuevos que agitan las aguas, poco mercado tienen los ciclistas", dice Javier Mínguez, director del Banesto. Y lo dice uno de los técnicos del equipo que ha sufrido variaciones en la estructura de su plantilla. "España no es un país de grandes cambios tradicionalmente".

Sin embargo, algo ha habido. Los de la generación del 60 ven como se diezman sus efectivos po...

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"Suelo mojado, cajón seco", dicen los tenderos viejos cuando llueve, y mucho ha debido de llover en el ciclismo español este año. El periodo otoñal, el típico de la bolsa de mercado, ha dado poco de sí. "Cuando no hay equipos nuevos que agitan las aguas, poco mercado tienen los ciclistas", dice Javier Mínguez, director del Banesto. Y lo dice uno de los técnicos del equipo que ha sufrido variaciones en la estructura de su plantilla. "España no es un país de grandes cambios tradicionalmente".

Sin embargo, algo ha habido. Los de la generación del 60 ven como se diezman sus efectivos por la ley de la vejez; y terremotos han sacudido esos escalones que apenas se miran, de hombres de equipo y jóvenes que intentan sacar la cabeza del agua; de equipos modestos que se alimentan con las sobras de los grandes, de conjuntos cuyos directores luchan por amoldar su presupuesto a la disponibilidad. Todo, dentro de una congelación presupuestaria que ha afectado a pequeños y grandes, y que en algunos, como el Banesto, ha sido de reducción.

1994 ha sido el año de despedida para los Gorospe, Delgado, Ruiz Cabestany y Gastón. Mientras la retirada vegetativa de los dos últimos apenas tendrá repercusiones, ya que su presencia la última temporada fue meramente testimonial, el retiro de Delgado -35 años cumplirá en abril- ha cambiado sustancialmente las formas en el Banesto. "El fichaje de Hampsten [un escalador norteamericano de 32 años] y el que se está cerrando de Thomas Davy [una promesa francesa de 26 años] no son tantos para reforzarnos como para intentar cubrir lo irremplazable", dice López Cerrón, otro de los directores del Banesto. "Deportivamente puede pasar la cosa, pero en la cuestión mediática la cosa cambia. No es lo mismo, por ejemplo, ir a la Vuelta con un líder como Delgado que ir con Zarrabeitia o el que vaya al final".

Al igual que una época ha terminado para los treintaañeros, otro ciclo ha terminado para una serie de corredores rondando los 26, la llamada generación intermedia. El ONCE ha dado la baja a cinco -Aiarzagüena, Ahedo, Aldanondo, Martínez y Romero- y el alta a cuatro neoprofesionales. "Sé lo que puede dar de sí Ahedo, por ejemplo", dice Manolo Sáiz, director del ONCE. "Y sé lo que me pueden ofrecer los jóvenes: quizás eche de menos la experiencia de los que se van, pero estará compensada con la ilusión de los jóvenes".

Una explicación más tecnocrática, ejemplo de los vientos que corren, la ofrece López Cerrón: "No en todas las épocas salen ciclistas buenos. Los equipos se quedaron hace tiempo con bastante gente que ahora está mediados los 20. Por las normas federativas había que darles un contrato de dos años. Y ahora, los que no han cuajado en su equipo tienen que irse. El problema es que no hay equipos nuevos que puedan absorberlos, a los que les pueda ir bien lo que no vale en los grandes". 12 corredores españoles, al menos, irán al paro a partir de enero de 1995.

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