FÚTBOL SEGUNDA DIVISIÓN B

El 'Sanse' se agarra al empate

Los madrileños pierden su primer punto en un áspero partido

Hay partidos que con 10 minutos de vida ya se sabe cómo van a morir. En el polideportivo de la Dehesa Boyal se jugó uno de ellos. El juego subterráneo y trompicado mandó. El Sanse lo vió mucho más claro cuando el árbitro mostró la segunda cartulina amarilla a Raúl al comienzo de la segunda parte. Con un desarrollo tan áspero y jugando con 10, un punto no es mal botín para el Sanse, que sigue arriba. Un socio lo explicó al final del partido de forma muy explícita: "Visto lo visto, un punto es un punto".Hasta los 500 espectadores que siguieron gratis el choque (sólo el obstáculo de...

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Hay partidos que con 10 minutos de vida ya se sabe cómo van a morir. En el polideportivo de la Dehesa Boyal se jugó uno de ellos. El juego subterráneo y trompicado mandó. El Sanse lo vió mucho más claro cuando el árbitro mostró la segunda cartulina amarilla a Raúl al comienzo de la segunda parte. Con un desarrollo tan áspero y jugando con 10, un punto no es mal botín para el Sanse, que sigue arriba. Un socio lo explicó al final del partido de forma muy explícita: "Visto lo visto, un punto es un punto".Hasta los 500 espectadores que siguieron gratis el choque (sólo el obstáculo de una alambrada diferencia en el nuevo campo del Sanse a los que pagan de los que no se rascan el bolsillo) lo vieron claro. Prieto, que las últimas temporadas militó en el Sanse, debió trazar a sus nuevos compañeros del Ferrol el esqueleto de sus ex compañeros. Juegan así, y hay que tapar a menganito para que no enlace con fulanito...

El Sanse salió con la cabeza alta por su cartel de líder invicto, pero los primeros minutos avisaron de que aquello iba a ser duro. Marcajes pegajosos, marrullerías, codazos, insultos y mucha guerra subterránea. El cuaderno de notas anuncia una escasa cosecha en la primera parte: sólo una ocasión por equipo, ambas resueltas con acierto por los porteros. Tampoco hubo mucho espacio para hilvanar jugadas porque se perdió mucho tiempo atendiendo a los jugadores que caían fulminados por las duras entradas. Nada más comenzar la segunda parte, Raúl dejó el campo con la segunda amonestación, y Máximo Hernández, técnico local, sentó a Arellano, un punta, por Romero, un defensa. El Sanse se agarraba al empate.

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