En busca de estrellas

Los VII Campeonatos del Mundo de natación se ponen hoy en marcha con la gran incógnita abierta sobre el próximo dominador global de la especialidad. La retirada de muchas estrellas, sobre todo norteamericanas, después de los Juegos Olímpicos de 1992, parece haber mermado el potencial de Estados Unidos frente a Rusia, la revelación de Barcelona con su velocista Alexander Popov a la cabeza, y las otras fuerzas natatorias, China, Australia, Hungría o Alemania. Por España, sin embargo, en su única baza real de medalla, debe seguir imbatible en los 200 espalda del miércoles, Martín López Zubero.El ...

Los VII Campeonatos del Mundo de natación se ponen hoy en marcha con la gran incógnita abierta sobre el próximo dominador global de la especialidad. La retirada de muchas estrellas, sobre todo norteamericanas, después de los Juegos Olímpicos de 1992, parece haber mermado el potencial de Estados Unidos frente a Rusia, la revelación de Barcelona con su velocista Alexander Popov a la cabeza, y las otras fuerzas natatorias, China, Australia, Hungría o Alemania. Por España, sin embargo, en su única baza real de medalla, debe seguir imbatible en los 200 espalda del miércoles, Martín López Zubero.El panorama de la natación mundial ha cambiado sensiblemente desde hace dos años. El deporte acuático sigue marcado por la corta Vida del nadador, salvo raras excepciones como pudo ser la del legendario fondista VIadimir Salnikov o la norteamericana Janet Evans, aún omnipresente en el fondo femenino mundial. Pero aunque el dinero ha empezado a sanear los bolsillos de los practicantes, la natación continúa siendo en gran parte un deporte vocacional y estudiantil, cuya espectacularidad y la consecuente comercialización resultan limitados.

Por todo ello, tras la cita olímpica barcelonesa, fueron inevitables las retiradas de grandes campeones, algunos ya muy veteranos, como Matt Biondi, o que incluso habían vuelto a la competición para conseguir la gloria en una segunda vida, caso de Pablo Morales. Dejaron la también la natación en activo estrellas como Mike Barrowman (el gran techo de Sergi López), David Berkoff y Stefano Battistelli (que no pudieron con Martín López Zubero), Michael Gross, Tamas Darnyi, Giorgio Lamberti, Summer Sanders, o las chinas Yang Wenyi, Lin Li, Qian Hong y Zhuang Yong.

Hoy, cinco finales

Darnyi, por ejemplo, ha tenido la astucia de retirarse cuando ya veía imposible mantener su imbatibilidad. En los Campeonatos de Europa el año pasado en Sheffield ya estuvo a punto de perderla. Hungría no contará así con una de sus bazas seguras, pero ha recuperado al bracista Norbert Rozsa, que no pudo nacionalizarse australiano y regresó a su país, y sigue contando con su genio femenino, Kristina Egerszegi, o con Karoly Gutler.

En cuanto a las chinas, su fábrica femenina no parece tener fin. El pasado mes de diciembre, en los Campeonatos del Mundo en piscina pequeña de 25 metros disputados en Palma de Mallorca, sus nadadoras ganaron 10 títulos y superaron 11 récords del mundo.

Hoy mismo, sobre los 50 metros, pueden empezar a demostrar su poderío en las primeras finales de 100 metros libres, 400 estilos y relevos 4x200 libres. Las finales masculinas serán las de 100 braza, donde defiende su título Rozsa ante Gutler, y los 200 libres, en principio abiertos, porque no estará una de las estrellas de Barcelona, el ruso Eugeni Sadovyi, enfermo.

La mayor figura rusa, Alexander Popov, el hombre más rápido del mundo sobre el agua, sucesor excelso de Biondi, nadará los 100 metros libres el miércoles y los 50 el sábado. Debe convertirse en el primer campeón mundial ruso y quiere rebejar aún más su gran récord del hectómetro que tiene establecido en 48.21 segundos.

Australia llega a Roma con su gran estrella, el fondista Kieren Perkins, que acaba de superar el pasado 24 de agosto, en los Juegos de la Commonwealth de Victoria (Canadá), sus propios récords mundiales de 800 (7.46.60 minutos) y 1.500 metros libres (14.41.66). Su lucha con el alemán Joerg Hoffman, el anterior campeón, será la atracción maratoniana de los campeonatos.

Y Alemania, precisamente, para luchar contra China, volverá a contar con su velocista Franziska van Almsick. Roma 94 será su gran prueba de fuego, porque debe demostrar que su calidad no se ha visto mermada por los múltiples devaneos publicitarios que ha vivido tras disputarse las distintas marcas su bella imagen.