José Talavera, editor

El editor José Talavera falleció anteayer a los 35 años y ayer fue incinerado en el cementerio de La Almudena, en Madrid. Víctima de una enfermedad fulminante, no se dejó arredrar por ésta y durante los últimos meses de su vida siguió ideando proyectos y animando la existencia de los otros, con un espíritu que había sido también su manera de trabajar como editor durante su propia carrera profesional. Fue un exigente editor de libros de viajes, especialidad que desarrolló primero en Everest y luego en EL PAÍS-Aguilar, de cuya división de guías nacionales era ejecutivo. El mismo fue autor de guí...

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El editor José Talavera falleció anteayer a los 35 años y ayer fue incinerado en el cementerio de La Almudena, en Madrid. Víctima de una enfermedad fulminante, no se dejó arredrar por ésta y durante los últimos meses de su vida siguió ideando proyectos y animando la existencia de los otros, con un espíritu que había sido también su manera de trabajar como editor durante su propia carrera profesional. Fue un exigente editor de libros de viajes, especialidad que desarrolló primero en Everest y luego en EL PAÍS-Aguilar, de cuya división de guías nacionales era ejecutivo. El mismo fue autor de guías; le tenía un cariño especial a la que publicó sobre su tierra, Albacete, a la que dotó de los elementos necesarios para convertir esta provincia, en el trabajo que dio al público, en un territorio, atrayente en el que la cultura y el paisaje formaban un todo común con la historia. Suyo es también un estudio sobre las iglesias de Castilla-La Mancha, cuyo laborioso contenido había cedido a su propia comunidad. Asaltado ya por la enfermedad, Pepe Talavera recuperó pasiones pasadas y regresó al campo de la pintura; era un virtuoso de la pintura rápida y participó en concursos nacionales que ganó y cuyos trofeos exhibía como compensaciones del dolor que finalmente le arrebató. Pero de todas las compensaciones, la principal fue el cariño que creó en su entorno, en los buenos y en los malos tiempos, y que no sólo le confortaba a él, sino que animaba a seguir a los que con él hemos trabajado a lo largo de los años.-

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