GENTE 94

LOS NIÑOS DEL PAPA

A la espera de su viaje a Sarajevo, Juan Pablo II descansa en Les Combes, en el valle de Aosta. Llegó el miércoles tras la audiencia general, bajó del helicóptero sonriente, pero con aire cansado, apoyado en un bastón del que prescinde rara vez: el fémur y la salud ya no son lo que eran. Cuando le preguntaron cómo se sentía respondió: "Como un pobre diablo". Sus largas caminatas de montaña se le han acabado -como su deporte favorito, el esquí- por culpa de una caída. Pero se asomará a los bosques desde una casa de piedra de dos pisos, custodiada por 200 agentes. Se ha llevado documentos, y dic...

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A la espera de su viaje a Sarajevo, Juan Pablo II descansa en Les Combes, en el valle de Aosta. Llegó el miércoles tras la audiencia general, bajó del helicóptero sonriente, pero con aire cansado, apoyado en un bastón del que prescinde rara vez: el fémur y la salud ya no son lo que eran. Cuando le preguntaron cómo se sentía respondió: "Como un pobre diablo". Sus largas caminatas de montaña se le han acabado -como su deporte favorito, el esquí- por culpa de una caída. Pero se asomará a los bosques desde una casa de piedra de dos pisos, custodiada por 200 agentes. Se ha llevado documentos, y dicen que leerá. Para su tranquilidad, han desalojado a los 80 niños de la colonia veraniega de los salesianos. Una cosa es dejar que los niños se acerquen a uno, y otra que le den las vacaciones.-

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