IU se vuelca para dejar claro a sus votantes que no ha pactado con la derecha

Izquierda Unida (IU) va a hacer un esfuerzo especial en septiembre para que a sus bases y a sus votantes "no les quepa la menor duda" de que no tiene ningún pacto político con el PP y de que su distancia de la derecha sigue siendo abismal. La dirección de IU cree que se ha querido malinterpretar su acuerdo "meramente institucional" con los populares en Andalucía. Ese esfuerzo de aclaración incluirá la presentación tanto en el Parlamento nacional como el andaluz de una serie de iniciativas que el PP, en virtud de su política, se verá obligado a no respaldar.

"No hay ningún acuerdo, ni lo...

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Izquierda Unida (IU) va a hacer un esfuerzo especial en septiembre para que a sus bases y a sus votantes "no les quepa la menor duda" de que no tiene ningún pacto político con el PP y de que su distancia de la derecha sigue siendo abismal. La dirección de IU cree que se ha querido malinterpretar su acuerdo "meramente institucional" con los populares en Andalucía. Ese esfuerzo de aclaración incluirá la presentación tanto en el Parlamento nacional como el andaluz de una serie de iniciativas que el PP, en virtud de su política, se verá obligado a no respaldar.

"No hay ningún acuerdo, ni lo puede haber ni lo va a haber", "no tenemos nada que ver con la derecha", repiten machaconamente diputados y dirigentes de Izquierda Unida, que atribuyen a la voluntad socialista por crear confusión la idea de que hay un pacto entre las fuerzas de Julio Anguita y José María Aznar. Una idea que el secretismo que rodeó la cena de ambos con otros tres comensales el pasado julio contribuyó a extender. Pero, con todo, la máxima dirección de la federación de izquierdas, según reconocen varios de sus miembros, ha reflexionado que la situación merecía por su parte un esfuerzo por "aclarar las cosas" y que no quede ninguna duda de cuál es la política de IU respecto al partido conservador.Una vez concluyan las vacaciones de estío y se reanude el curso político, esa aclaración se traducirá, entre otras cosas, en un esfuerzo por "responder los primeros y más altos que nadie" a las propuestas del PP. Y, sobre todo, Izquierda Unida va a llevar como proposiciones a los Parlamentos nacional y andaluz una serie de cuestiones en las que sus diferencias con el PP son absolutas: defensa de la despenalización de la insumisión y apoyo expreso a los insumisos andaluces, uso de las bases de Morón y Rota exclusivamente para misiones humanitarias de la ONU, reforma agraria, propuestas para limitar el alcance de la reforma laboral en Andalucía, además de iniciativas en política presupuestaria y de Administración Pública.

Cuestiones todas que figuran en los programas electorales de IU en las pasadas elecciones generales y autonómicas, pero cuya presentación en estos momentos servirá para que los ciudadanos "visualicen" que el verdadero acuerdo político es el que hay entre el PSOE, el PP y los nacionalistas catalanes y vascos, señalan, entre otros, el diputado malagueño Antonio Romero y el coordinador del grupo parlamentario de IU, Angel García Castillejo.

Parlamentarios y miembros de la presidencia de IU coinciden en que esta ofensiva será sólo el primer paso del verdadero enfrentamiento entre el PP e Izquierda Unida en las elecciones autonómicas y municipales del año entrante. Con los datos de los pasados comicios andaluces y europeos en la mano, IU confía en que en múltiples municipios la pugna sea entre su candidato y el conservador, relegando al socialista al papel de tercer comparsa.

Otro miembro de la presidencia explica así la aparente contradicción de que IU pacte con el PP en Andalucía y con los socialistas en la Comunidad de Madrid: "En Madrid, con los socialistas, se puede llegar a acuerdos políticos, de programa; con el PP nunca se podrá". Este interlocutor insiste en que el acuerdo en Sevilla se reduce a que un diputado de IU -Diego Valderas- accediese a la presidencia del Parlamento regional. Izquierda Unida, recuerda, viene oponiéndose hace tiempo en Andalucía a los criterios para la cesión del 15% del IRPF a las comunidades autónomas, por lo que no se puede interpretar ahora en clave de pacto con la derecha el que la suma de votos de unos y otros haya obligado al socialista Manuel Chaves a denunciar el acuerdo de cesión.

Reticencias renovadoras

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Izquierda Unida, eso sí, tiene la intención clara de dejar al Gobierno de Chaves en minoría, lo que supone votar con el PP en la Cámara regional, "cada vez que sea necesario para los intereses democráticos andaluces", indica Romero.La sintonía con el PP en Andalucía ha levantado cierta perplejidad en las filas de Nueva Izquierda, la corriente renovadora de IU. "No se puede pretender ser el líder de la izquierda sin un enfrentamiento claro con el PP", opina un dirigente renovador, para quien todo el problema deriva de la ausencia de un modelo definido de política de alianzas que la formación de Anguita arrastra.

Nueva Izquierda ha elaborado una serie de enmiendas a los documentos que Izquierda Unida discute para su IV Asamblea Federal, prevista para diciembre. Con una de ellas, los renovadores quieren llevar a los postulados oficiales el principio de que Izquierda Unida jamás pueda llegar a acuerdos políticos con los conservadores si su intención declarada es "conquistar el liderazgo político y cultural en el campo social de la izquierda". Esa intención se expresa así en la enmienda renovadora: "El objetivo de asumir el liderazgo político de la izquierda española realza una de las señas de identidad de IU: el antagonismo y la confrontación con la derecha y las políticas y filosofías que animan a los conservadores y que hace imposible el acuerdo para la acción política y programática con quienes, como el PP, se reclaman de esta filosofía".

Pese a estas diferencias, miembros de los dos sectores consideran que la Asamblea del próximo mes de diciembre pondrá punto final a la división en dos sectores que se mantiene desde la III Asamblea, celebrada en mayo de 1992.

Dirigentes de la mayoría recuerdan que el pacto con el Partido Popular para acceder a la Presidencia del Parlamento andaluz fue aprobado por unanimidad en julio por el Consejo Político Federal -máximo órgano entre asambleas-.

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