Entrevista:MUJERES

"No soy antinada ni creo que nadie cambie a nadie"

Ha cumplido 41 años, Cree estar en el mejor momento de la vida. Es la mayor de 13 hermanos. Aunque funcionaria de Hacienda, pasaría por relaciones públicas de un hotel de lujo. Le habría gustado ser médico. Y que José María, su marido, fuera director de orquesta. Unas veces duerme con camisón. Y otras... No es tímida. Es inestable. Pero tiene fuerza de voluntad. Con demasiada frecuencia sueña siempre lo mismo: que se le caen los dientes.Pregunta. ¿Cómo se lleva consigo misma?

Respuesta. Bien. Me he aceptado hace bastante años. Con mis defectos y con mis virtudes. Aunque si...

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Ha cumplido 41 años, Cree estar en el mejor momento de la vida. Es la mayor de 13 hermanos. Aunque funcionaria de Hacienda, pasaría por relaciones públicas de un hotel de lujo. Le habría gustado ser médico. Y que José María, su marido, fuera director de orquesta. Unas veces duerme con camisón. Y otras... No es tímida. Es inestable. Pero tiene fuerza de voluntad. Con demasiada frecuencia sueña siempre lo mismo: que se le caen los dientes.Pregunta. ¿Cómo se lleva consigo misma?

Respuesta. Bien. Me he aceptado hace bastante años. Con mis defectos y con mis virtudes. Aunque siempre encuentro un punto de insatisfacción.

P. ¿Cree que se conoce a sí misma?

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R. He ido conociéndome poco a poco, a partir del momento en el que me acepté tal como soy. Yo tuve un acné juvenil muy fuerte. Me han quedado marcas. Antes me molestaba. Ahora ya no. Me dijeron que podían quitármelas. Pero ya no vale la pena. Me he acostumbrado a convivir con esas marcas. Y lo mismo sucede con otras muchas cosas de la vida. Tienes que aceptarlas.

P. Pero ¿cómo se definiría?

R. Soy fundamentalmente vital. Disfruto con la vida cotidiana. No necesito grandes cosas.

P. ¿No se pelea con la vida?

R. No. Disfruto.

P. ¿Prefiere el día o la noche?

R. El día. Con el día empieza la vida. Con la noche acaba. Y la mañana me gusta más que la tarde. A primera hora de la mañana hay como una sensación de limpieza. El campo está limpio. La ciudad está limpia. Hay una noche que me gusta muchísimo. Es la noche del campo de Castilla. La belleza del páramo. El cielo está más alto allí que en otros sitios. Es un cielo como de cristal.

P. Usted ha mencionado la limpieza. ¿Le preocupa mucho el concepto de limpieza?

R. Sí. En todos los órdenes. La limpieza de ideas. De comportamientos. De la naturaleza.

P. Entonces no lo debe usted pasar muy bien. Vea cualquier ciudad española. ¿No encuentra que todo está sucio?

R. Sí. Pero las personas tenemos capacidad de abstracción. Podemos vivir hacia dentro.

P. ¿Le gusta la idea de un gueto limpio?

R. Bueno, ya sé que tenemos que vivir en sociedad, pero también disponemos de un ámbito más íntimo, que se reduce a pocas cosas y a pocas personas. Me han preguntado si he vivido la traición. Es muy frecuente la traición en política. Pero yo creo que hay muy pocas personas por las que yo me podría sentir traicionada. Para que alguien te traicione tiene que ser muy cercano a ti.

P. ¿Se siente traicionada?

R. No he sentido una traición que me haya afectado profundamente.

P. ¿Se considera inteligente?

R. Normal. Como la mayoría de las personas. Hay pocos superdotados. Y tontos también hay pocos. Tengo una inteligencia media. Pero tengo fuerza de voluntad. Psicológicamente soy fuerte. Algo inestable. Pero soy más fuerte en los momentos dificiles.

P. ¿Se considera una española típica de su generación?

R. Sí.

P. ¿Y cómo es una española típica de 40 años?

R. Trabajamos, pero la casa tiene que funcionar como si no trabajáramos. Nuestros maridos comprenden que trabajas, pero cuando te ven en la cocina te preguntan ¿por qué no hay tal cosa en la nevera? Chico, ve y cómpralo tú. Y también te dicen, oye, te he ayudado. Es una frase qué me ponía muy nerviosa. Lo dicen como si fuera responsabilidad nuestra. Las mujeres de mi generación hemos tenido un papel bastante malo. Las de 30 años ni se lo plantean. Un hombre que las tratara así no duraba ni un año. Lo pondrían en la puerta.

P. ¿Se lleva bien con sus padres?

R. En la adolescencia me llevaba mejor con mi madre que con mi padre, como es normal a esa edad.

P. ¿No admira a su padre?

R. A los padres siempre se les admira. Primero admiras mucho al padre. Luego ves sus defectos. Ya no sigue en el pedestal. Y al final aceptas a los padres como son. Como te aceptas a ti misma. Con sus aciertos y sus defectos.

P. ¿Advierte con facilidad los errores ajenos?

R. En eso hay una cuestión química. Hay personas que te caen bien y otras no. Cuando la química no funciona te caen mal. Hay que aceptar a las personas con las. que se convive tal como son.

P. ¿Por qué?

R. Porque nadie cambia a nadie.

P. ¿Ni siquiera un poco?

R. Poco. Nadie cambia a nadie de arriba abajo.

P. ¿También aplica esto a la política? ¿No se puede cambiar a nadie?

R. No, no. Me refería a las relaciones personales. La política trata de actuar sobre la sociedad en la que se vive para mejorarla. De lo contrario no tendría ningún sentido. Pero tampoco se pueden cambiar los comportamientos de la noche a la mañana.

P. ¿Le gustaría que el ciudadano medio fuera como su marido?

R. Oh, no. La riqueza de una sociedad está en la variedad.

P. ¿No le gustaría que dominara en la población el tipo Aznar. Con sus ideas. Su bigote. Su manera de ser, ...?

R. Oh, no. No, no.

P.¿Le han dado alguna vez una bofetada? Me refiero a una verdadera bofetada.

R. Sí. Mi padre. De pequeña. Nadie más. Nunca. Además no lo hubiera admitido.

P. ¿Y a usted se le ha escapado alguna bofetada?

R. Sí. Alguna vez.

P. ¿Le gusta dar bofetadas?

R. No. Creo que siempre es un fallo . Pierdes los nervios.

P. ¿Pierde usted los nervios?

R. Alguna vez. Cada vez menos.

P. ¿Si José María Aznar no fuera político qué le gustaría a usted que fuera?

R . Nos conocimos con 20 años. Veía a José más inclinado al pensamiento que a la acción. Era introvertido. Nunca pude imaginarme que sería político. Pero de no ser político me habría gustado que fuera director de orquesta. Siempre me ha atraído el director de orquesta como personaje.

P. ¿Cómo reaccionaría usted si un día se enterase de que su marido está envuelto en un escándalo vergonzoso y terrible?

R. Muy mal. Fatal.

P. ¿Por qué?

R. Porque para mí dejaría de ser la persona que es. Sería una descalificación total.

P. ¿Qué le da más miedo en la vida?

R. La muerte de las personas que quiero. Afortunadamente aún no me he encontrado con eso.

P. ¿Y la peor muerte?

R. La muerte de mi hijo.

P.¿Piensa en eso algunas veces?

R. Muchas. Y la muerte de mi marido. Me la he imaginado muchas veces porque me da terror el coche. Y él está siempre viajando en coche. Me aterra.

P. ¿Y qué es lo que la tranquiliza más?

R. Tener a las personas que quiero conmigo.

P. ¿Qué le da seguridad?

R. La tranquilidad de conciencia y el amor.

P. ¿Podría dormirse tranquilamente sin darle las buenas noches a su marido? ¿Aguantaría un cabreo con su pareja?

R. Poco. Con los años te das cuenta de que la vida es muy corta. Y hay que procurar aprovechar todo lo que la vida te da. Ahora estoy viviendo los mejores años de mi vida.

P. ¿Piensa en la soledad?

R. En la soledad de la gente, sí. Me conmueve.

P. ¿Ha sufrido la soledad?

R. No. Nunca la he sufrido.

P. ¿Y qué opina de las familias formadas por homosexuales?

R. No creo que sea la situación ideal para un niño que sus padres sean del mismo sexo.

P. ¿Pero le repugna la idea de que una pareja de homosexuales adopten y eduquen a un niño?

R. Sí. No me gustaría ver eso en nuestra sociedad. Nunca los perseguiría, pero no creo que para el niño sea esa la situación ideal. Creo que en ese caso hay que proteger antes al niño que a la pareja de homosexuales que quieren tener un niño.

P. Usted se ha declarado católica, monárquica, liberal y antiabortista. ¿Sigue siendo así?

R. Nunca me he sentido antinada. Pero no soy partidaria del aborto.

P. ¿Qué le hubiera gustado hacer en la vida?

R. Podría haber sido médico. o abogado en ejercicio. Pero acabé, siendo funcionaria.

P. Cuénteme un sueño. Pero un sueño verdadero.

R. Tengo un sueño de esos horribles que se repiten mucho. Sueño que se me caen los dientes.

P. ¿Duerme con camisón? ¿Pijama? ¿O en canica viva?

R. Depende.

P. ¿De qué depende? Vamos, ¿cómo durmió la noche pasada?

R. Con camisón. Ja, ja.

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