GENTE

Anna di Mortolla,

cotizada modelo brasileña de 29 años y cuya figura ha engalanado las portadas de importantes revistas nacionales e internacionales, ha confesado la pérdida de uno de sus atractivos: el cabello. La modelo ha dicho que debió separarse de la actividad profesional el pasado febrero por el descuido de una estilista que la olvidó cuando la sometía a un tratamiento con un equipo de rayos infrarrojos. Di Mortolla acudió al salón de belleza para que le fueran recortadas las puntas de los mechones y clareado el cabello, pero perdió tanto el pelo como el contrato de 26.000 dólares (algo más de tres millo...

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cotizada modelo brasileña de 29 años y cuya figura ha engalanado las portadas de importantes revistas nacionales e internacionales, ha confesado la pérdida de uno de sus atractivos: el cabello. La modelo ha dicho que debió separarse de la actividad profesional el pasado febrero por el descuido de una estilista que la olvidó cuando la sometía a un tratamiento con un equipo de rayos infrarrojos. Di Mortolla acudió al salón de belleza para que le fueran recortadas las puntas de los mechones y clareado el cabello, pero perdió tanto el pelo como el contrato de 26.000 dólares (algo más de tres millones y medio de pesetas) para el cual se preparaba."Mi cabello parecía un tablero de ajedrez: todo negro y blanco", recuerda la modelo, que por "olvido" de la estilista que la atendía permaneció una hora bajo el efecto de los rayos infrarrojos. Quemaduras de cuidado y la caída casi total del cabello le fueron diagnosticadas a Anna, quien ahora ha acudido a la justicia para que la sala de belleza, que se ha negado a un acuerdo entre las partes, la indemnice con 90.000 dólares. Con todo, la modelo celebra el renacimiento de su cabello, que "ya tiene cerca de un centímetro de largo", y la recuperación de su peso normal, ya que el trauma que le produjo el hecho le hizo engordar ocho kilos

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