El Estudiantes recobra su identidad

El conjunto madrileño se clasifica para los cuartos de final sin admitir la réplica del Elmar León

La vuelta a los orígenes posibilitó la victoria del Estudiantes sobre el Elmar León y, de paso, la clasificación para los cuartos de final de la Liga AC13. La apuesta no era arriesgada. El Estudiantes, además de sentirse presionado, necesita, para rendir al máximo, fuertes descargas eléctricas en su juego: defensa a cara de perro, velocidad supersónica, descaro made in Ramiro, chispa. El Estudiantes escarbó en sus entrañas y, ante un partido tan importante (se jugaba más de 200 millones de pesetas por su ya segura participación europea la próxima temporada), optó por la vía clásica y ap...

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La vuelta a los orígenes posibilitó la victoria del Estudiantes sobre el Elmar León y, de paso, la clasificación para los cuartos de final de la Liga AC13. La apuesta no era arriesgada. El Estudiantes, además de sentirse presionado, necesita, para rendir al máximo, fuertes descargas eléctricas en su juego: defensa a cara de perro, velocidad supersónica, descaro made in Ramiro, chispa. El Estudiantes escarbó en sus entrañas y, ante un partido tan importante (se jugaba más de 200 millones de pesetas por su ya segura participación europea la próxima temporada), optó por la vía clásica y apeló a sus valores de toda la vida.El León tuvo la desgracia de que el reencuentro estudiantil con la identidad perdida se produjera justamente ayer. Y lo pagó sufriendo una derrota de gran magnitud.

El Estudiantes no admitió la más mínima réplica en terreno alguno, aunque la victoria comenzó a labrarla Pablo Martínez con una direción de juego vivaz, intuitiva, desinhibida y, al mismo tiempo, ordenada, en la mejor tradición colegial. A eso se sumo el acierto en los lanzamientos de perímetro (seis triples por ninguno del León en la primera parte) y el dominio del duro trabajador esloveno Kotnik debajo de los tableros. Pero lo que verdaderamente desequilibró el choque fue la defensa. Estudiantes primero descentró a sus rivales con su constante cambio (individual y zona 2-3) para luego rematarles al dar un paso al frente y aplicar una asfixiante presión defensiva que desarboló completamente a los de Aranzana.

Eso sucedió exactamente en el minuto 11 (23-18). A partir de ese momento, el León se estrelló contra un muro: sólo anotó cinco puntos en los últimos nueve minutos y se quedó clavado en 23 desde el minuto 15 hasta el descanso. La última jugada de la primera parte vale como símbolo de lo que estaba sucediendo. Faltaban 44 segundos para el final y Estudiantes tenía la posesión. Fallo Herreros un uno más uno, pero atrapó el rebote. Erró también Cvjeticanin un uno más uno, pero Orenga recuperó el balón, para que Mike Hansen (buen continuador de la excelente labor de Martínez) convirtiera un triple en el último segundo que completaba el parcial de 21-5 desde el minuto 11 y dejaba el partido sentenciado ya en el intermedio: 44-23.

Resultados

Caja San Fernando, 84; Taugrés, 72 (21). Estudiantes, 95; Elmar, 77 (21). 7Up Joventut, 80; Natwest Zaragoza, 75 (21). Cáceres, 94; Parnesa Valencia, 81 (21). Andorra, 68; Coren Orensa 81 (12).

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