El Oviedo se impone a un Athletic sin remate

El Oviedo alcanzó una valiosa victoria ante el Athletic y lo hizo a un precio muy inferior al esperado. El suyo fue un premio a la concentración, la sobriedad, y el orden, frente a un Athletic que recibió tres goles sin que se hubiera enterado de que tiene en juego una plaza para la Copa de la UEFA.El equipo vasco hizo un buen ejercicio de estilo, en la nueva línea impuesta por su entrenador; pero careció de todo lo demás. Las bajas de algunos de sus jugadores más notables dejaron al equipo sumido en la mediocridad, con Urrutia y Eskurza dando la alternativa a algunos cachorros de Lezama, quie...

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El Oviedo alcanzó una valiosa victoria ante el Athletic y lo hizo a un precio muy inferior al esperado. El suyo fue un premio a la concentración, la sobriedad, y el orden, frente a un Athletic que recibió tres goles sin que se hubiera enterado de que tiene en juego una plaza para la Copa de la UEFA.El equipo vasco hizo un buen ejercicio de estilo, en la nueva línea impuesta por su entrenador; pero careció de todo lo demás. Las bajas de algunos de sus jugadores más notables dejaron al equipo sumido en la mediocridad, con Urrutia y Eskurza dando la alternativa a algunos cachorros de Lezama, quienes evidentemente aún no están para mantener el nivel de los pesos pesados de la formación bilbaína. Muy especialmente Guerrero y Garitano son, hoy por hoy, poco menos que imprescindibles para que el Athletic se parezca un poco a sí mismo.

El Oviedo, en tales circunstancias, estuvo cómodo durante todo el primer tiempo, antes de pasar a apuntillar. Dejó que el Athletic se empecinara en demostrar lo bien que sus hombres tratan ahora el balón y se guardó para sí las mejores ocasiones de gol, pocas pero suficientes, y una última media hora en la que se recreó ante una afición necesitada de alegrías.

El Oviedo, ayer mucho más cómodo con el concurso de Jokanovic y con Armando en gran forma, trató de mantener siempre la calma y esperar la ocasión de rubricar con un segundo gol, tras el marcado por Carlos de penalti, que le evitara pasar apuros finales.

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