El Atlético B vuelve a ganar fuera de casa

Los rojiblancos acabaron con 10 jugadores

El Atlético B vuelve a sonreír. Un dato sobre su mejoría es que ha conseguido tres puntos de sus dos últimas visitas. Un penalti señalado por el colegiado Hernández Velázquez en el minuto 24, y que dio origen al único gol del encuentro, fue más que suficiente para que el Atlético de Madrid ganase un encuentro que fue de baja calidad futbolística y en el que los madrileños renunciaron por completo al ataque, más después de quedar en el minuto 36 con 10 hombres por expulsión, por tarjeta roja directa, del lateral Barajas.El Oviedo no pudo, en las ocasiones en que fue capaz de superar la ordenada...

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El Atlético B vuelve a sonreír. Un dato sobre su mejoría es que ha conseguido tres puntos de sus dos últimas visitas. Un penalti señalado por el colegiado Hernández Velázquez en el minuto 24, y que dio origen al único gol del encuentro, fue más que suficiente para que el Atlético de Madrid ganase un encuentro que fue de baja calidad futbolística y en el que los madrileños renunciaron por completo al ataque, más después de quedar en el minuto 36 con 10 hombres por expulsión, por tarjeta roja directa, del lateral Barajas.El Oviedo no pudo, en las ocasiones en que fue capaz de superar la ordenada defensa madrileña, con el portero Ricardo, que realizó intervenciones que fueron claves para la victoria de su equipo.

El encuentro comenzó jugándose en el centro del campo, sin que ninguno de los dos equipos diese muestras de excesiv6peligro. El Atlético B sólo se acercó a los dominios de Miguel Ángel con un disparo de Juan Carlos que el portero tuvo que desviar a córner. El Oviedo tampoco llevaba peligro. Sus dos únicas ocasiones de cierto peligro fueron como consecuencia de dos faltas, pero ni Oli, que se había aprovechado de un fallo de Barbero, ni Ochoa pudieron batir a Ricardo. Sin embargo, en una acción sin ningún peligro, el árbitro decretó penalti cuando José Carlos se cayó dentro del área entre dos defensas azules que protegían el balón para el portero. Ante el asombro de propios y extraños, Hernández transformó el máximo castigo en gol, en el gol que a la postre sería el de la victoria. El Atlético replegó líneas y montó un ordenadísimo sistema defensivo, que se acentuó con la expulsión de Barajas. A pesar de su buen hacer, el Oviedo tuvo en este primer tiempo tres buenas ocasiones para igualar el encuentro.

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