Entrevista:

"Madrid ha perdido el norte teatral"

Si Julieta Serrano ha escogido Espectros, un texto escrito por Henrik Ibsen en 1881; si se ha visto casi obligada a optar por un montaje de pocos actores, cinco en escena, y si estrenó en Santander hace casi seis meses, ha sido, respectivamente, por la escasez de textos españoles contemporáneos, un oficio devorado y mal digerido por la televisión, por la consideración hacia el bolsillo propio que tiene la actriz (también dueña de su compañía) y, finalmente, por el relevo sufrido por Madrid en la exclusividad de las primicias. La actriz, nacida en Barcelona hace 61 años, era dibujante de...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

Si Julieta Serrano ha escogido Espectros, un texto escrito por Henrik Ibsen en 1881; si se ha visto casi obligada a optar por un montaje de pocos actores, cinco en escena, y si estrenó en Santander hace casi seis meses, ha sido, respectivamente, por la escasez de textos españoles contemporáneos, un oficio devorado y mal digerido por la televisión, por la consideración hacia el bolsillo propio que tiene la actriz (también dueña de su compañía) y, finalmente, por el relevo sufrido por Madrid en la exclusividad de las primicias. La actriz, nacida en Barcelona hace 61 años, era dibujante de profesión hasta que debutó en un Don Juan Tenorio dirigido por su padre, vino al María Guerrero para hacer El diario de Anna Frank y con el mismo oficio ha sido una de las criadas descritas por Jean Genet. En manos de Almodóvar, lo mismo monja lesbiana y politoxicómana que esposa despechada a cuyo reloj se le agotaron las pilas en la psicodelia de una perdida juventud.Pregunta.¿Dice usted que escasean los autores teatrales españoles?

Respuesta.No sólo los españoles. Si he tenido que acudir a los clásicos extranjeros es porque los actuales están poco experimentados. La industria de la imagen ha devorado a los escritores teatrales.

P.En el recorrido de su compañía, Madrid ha quedado en medio de dos giras por toda España.

R.Sí, y me produce cierto optimismo, porque significa que estrenar en Madrid ya no es obligatorio. Pero igual que me alegra la descentralización, lamento que esta ciudad se esté quedando sin salas. Madrid, en teatro, ha perdido totalmente el norte. París, por ejemplo, tiene 125 salas. No digo que Madrid tenga que ser igual, pero al menos debería contar con unas 50.

P.Usted estudió dibujo y trabajó en una película de animación.

R.De los 15 a los 24 años, ésa fue mi profesión. Era una buena copista pero soy mucho más creativa en el cine y el teatro.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

P. O la televisión, donde su rostro era inevitable en Estudio Uno. ¿Añora los buenos dramáticos televisados?

R.Lo que echo de menos es, en general, un buen nivel de televisión. Las comedias de situación son muy simpáticas y dan de comer a muchísimos actores que no tienen la suerte de poder hacer cine o teatro, pero no debe terminar ahí.

P.Volviendo a Espectros. Se tocan temas marginales como el incesto, la sífilis, ¿el sida entre líneas?

R.Sí. La obra, con un siglo de vida, no ha perdido actualidad. Se debe a que lbsen es un auténtico maestro entonces el escándalo fue inevitable porque los personajes tenían nombres y apellidos. Hoy hemos vuelto tropezar en la misma piedra. El genocidio nazi, la guerra de Yugoslavia, todo demuestra que los humanos ni crecemos ni hemos aprendido a enfrentarnos con la verdad.

P.¿Otra vez dirigida por John Strasberg?

R.Espero que nuestra colaboración, que comenzó en 1983 con El largo viaje hacia la noche, sea eterna.

Espectros. En el teatro Albéniz hasta el 27 de marzo. Consultar Cartelera.

Archivado En