La victoria blanca llegó con un gol espectacular
Un espectacular gol del croata Igor Jovicevic desde más de 30 metros permitió al Real Madrid B alzarse con la victoria y alejó definitivamente al Badajoz de la zona de aspirantes al ascenso. Los jugadores blancos no se relajan y siguen manteniendo un buen tono de juego que les mantiene en el grupo de cabeza de la tabla.La primera parte tuvo color blanco y sabor merengue. Santamaría, en el minuto 10, dio el primer aviso. El defensor blanco desbordó a su marcador en un contragolpe y tan sólo el defensa Rodri logró despejar el balón antes de que traspasara la línea de gol.
Dan¡ y Toril pro...
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Un espectacular gol del croata Igor Jovicevic desde más de 30 metros permitió al Real Madrid B alzarse con la victoria y alejó definitivamente al Badajoz de la zona de aspirantes al ascenso. Los jugadores blancos no se relajan y siguen manteniendo un buen tono de juego que les mantiene en el grupo de cabeza de la tabla.La primera parte tuvo color blanco y sabor merengue. Santamaría, en el minuto 10, dio el primer aviso. El defensor blanco desbordó a su marcador en un contragolpe y tan sólo el defensa Rodri logró despejar el balón antes de que traspasara la línea de gol.
Dan¡ y Toril probaron suerte desde fuera del área, pero Pablo se mostró seguro bajo los palos en todo momento. Durante los primeros 45 minutos, la muralla defensiva tejida por Marco Antonio Boronat, técnico emeritense, fue inexpugnable. Los visitantes se mostraron eficaces con un planteamiento eminentemente conservador.
Expósito, expulsado
En los primeros minutos de la segunda mitad el Badajoz salió con mucha ambición y dispuso de buenas oportunidades. El delantero Altimira era el que más peligro creaba. Pero la expulsión de Expósito, a los 10 minutos, dejó en cuadro a los visitantes. Boronat tuvo que replantearse el partido. Con un hombre menos, optó por replegar a sus efectivos aún más, en un intento de amarrar el empate.
A partir de ese momento, el equipo merengue puso sus baterías a punto y buscó ansiosamente la victoria. Una parábola de Jovicevic, que vio al meta Pablo adelantado, puso en el marcador el 1-0 definitivo.