ATLETISMO: CAMPEONATOS DE EUROPA EN PISTA CUBIERTA

Martínez abre opciones insólitas para España

Manuel Martínez se enfrenta hoy a una oportunidad histórica en los Campeonatos de Europa de Atletismo en pista cubierta, que comienzan en París. Es la primera vez que un lanzador español figura en las quinielas de medallistas, una situación novedosa que tiene un gran contenido simbólico: la estructura del deporte se ha abierto a disciplinas impensables hasta ahora. Martínez, que figura en quinto lugar en la lista europea de peso, tendrá que mejorar ligeramente su mejor marca personal -20,02 metros- para colocarse entre los tres mejores.

La aparición de Martínez ha provocado un cambio su...

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Manuel Martínez se enfrenta hoy a una oportunidad histórica en los Campeonatos de Europa de Atletismo en pista cubierta, que comienzan en París. Es la primera vez que un lanzador español figura en las quinielas de medallistas, una situación novedosa que tiene un gran contenido simbólico: la estructura del deporte se ha abierto a disciplinas impensables hasta ahora. Martínez, que figura en quinto lugar en la lista europea de peso, tendrá que mejorar ligeramente su mejor marca personal -20,02 metros- para colocarse entre los tres mejores.

La aparición de Martínez ha provocado un cambio sustancial en la atención al atletismo. Los lanzamientos han pasado inadvertidos para los españoles en todas las grandes competiciones. En algunas ocasiones, el déficit se ha interpretado con una especie de pesimismo histórico, el resultado del subdesarrollo y alguna deficiencia genética. La versión venía a corresponder con los mismos complejos con el ciclismo cuando no se producían contrarrelojistas o con la ausencia de decatletas. La irrupción de Induráin y Peñalver desacreditó el simplismo reinante, pero todavía quedaban varias capítulos cerrados en el deporte español.Martínez será durante los próximos años el estandarte de una nueva generación de atletas. De su capacidad de progresión dependerá en buena medida el futuro de los lanzamientos en España. Si Manuel Martínez se incluye definitivamente entre los mejores del mundo, se producirá probablemente el mismo efecto propagandístico que ocurrió con otros pioneros: Santana, Santiago Esteva, Paz Corominas, Ballesteros, Carmen Valero o Peñalver. Esta misión hace aún más atractiva la presencia de Martínez en la final de peso de esta tarde.

Su oportunidad se escribe con un número: 20 metros. Por encima de esa barrera asegurará sus opciones por la medalla. Martínez acude a París con una mejor marca personal de 20,02 metros, la quinta del año en Europa. La lista está encabeza por el ucranio Alexander Bagach, con 20,97. El resto de aspirantes está un peldaño por debajo del líder europeo. La criba de los controles antidopaje ha barrido a buena parte de los lanzadores del Este de Europa, aunque todavía aparezcan entre los mejores atletas como el ruso Palchikov, segundo en el continente con 20,36 metros.

La escasa diferencia entre las marcas de los mejores eleva las posibilidades de Martínez, cuya progresión es incuestionable. Con 19 años, es el más joven entre los competidores. Su calidad está avalada por su rapidez y su técnica. Hoy tendrá que demostrar su habilidad en las grandes citas. Hace escasos días pagó su ansiedad en los Campeonatos de España, donde esperaba rebasar con cierta amplitud la barrera de los 20 metros. Traicionado por los nervios se quedó en 19,36, pero su recuperación se hizo evidente en la reunión de San Sebastián, donde alcanzó 19,90 metros y todos sus tiros fueron superiores a 19,50.

Frío y muy exigente, Martínez no se pronunció ayer sobre sus posibilidades. Hasta el momento siempre ha mostrado una madurez sorprendente en los momentos decisivos. Fue campeón de Europa júnior con 18 años y subcampeón mundial con solamente 17 años. Todavía juvenil, compitió el pasado año en los Mundiales absolutos de Stuttgart, donde fue 11º, después de batir en las series clasificatorias el récord nacional con 19,53 metros.

La primera jornada coronará también al rey del sprint corto. Ausente el británico Lindford Christie (campeón olímpico y mundial de los 100 metros), su compatriota Colin Jackson es el atleta que provoca mayor expectación. En Sindelfingen (Alemania) destrozó la marca mundial del estadounidense Greg Foster en 60 metros vallas. La magnitud del bocado anuncia a Jackson como uno de los mejores atletas del mundo. Se encuentra en un punto tan perfecto de forma que ha decidido participar en los 60 metros lisos y en los 60 vallas. La ausencia de Christie le coloca ante la posibilidad de convertirse en el primer atleta que consiga la victoria en las dos carreras. Su marca de este año (6.55 segundos) es la mejor de los participantes.

A 600.000 el oro

La federación española pagará 600.000 pesetas y una beca de categoría A a cada atleta que consiga una medalla de oro. No importa la inflación: son los mismos premios que se pactaron para los Europeos de Génova 92. No parece que hoy se vayan a vaciar las arcas de Odriozola. Sólo parece válida la opción de Martínez en peso. El resto de las finales que se disputan hoy en el palacio de Bercy parecen ajenas a las posibilidades del atletismo español, que ha desplazado 26 deportistas. En los 60 metros compite Luis Turón, que tiene la 18ª marca entre los 30 inscritos; en 3.000 femeninos, Natalia Azpiazu (9ª marca sobre 13). Ni en longitud femenina ni en el pentatlon, las otras dos finales del primer día, hay españolas.

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