El TDK confirma su alternativa en Madrid

La fidelidad que Estudiantes y TDK Manresa rindieron a sus principios básicos de esta temporada fue la causante del desenlace de un partido en el que estaba en juego el momentáneo (y, quizá, definitivo) tercer puesto de la fase regular de la Liga. Para alcanzar la victoria ante un rival directo, el Estudiantes debería haber alterado sus pautas habituales de comportamiento. La imposibilidad de llevar a cabo la mutación arrastró al equipo a una derrota nada sorprendente.El irregular Estudiantes 93-94 sobrevive malamente en el grupo de cabeza gracias a un variopinto ramillete de soluciones ocasio...

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La fidelidad que Estudiantes y TDK Manresa rindieron a sus principios básicos de esta temporada fue la causante del desenlace de un partido en el que estaba en juego el momentáneo (y, quizá, definitivo) tercer puesto de la fase regular de la Liga. Para alcanzar la victoria ante un rival directo, el Estudiantes debería haber alterado sus pautas habituales de comportamiento. La imposibilidad de llevar a cabo la mutación arrastró al equipo a una derrota nada sorprendente.El irregular Estudiantes 93-94 sobrevive malamente en el grupo de cabeza gracias a un variopinto ramillete de soluciones ocasionales y, por tanto, frágiles: un día, la explosión anotadora de Herreros; otro, el instinto ganador de Cvjeticanin o la viveza de Martínez; y, si es el Joventut el rival, la postrera canasta de Vecina. Ayer eligió un arma de doble filo para acabar con la resistencia del granítico TDK, la canasta triple. Y durante buena parte del choque pareció una elección acertada.

Los triples de Martínez (3) y Cvjeticanin (3) en la primera parte evitaron la fuga de los manresanos, primero (7-12, m. 5), y lograron la remontada, después (40-33 en el descanso). El único triple de Herreros disparó el resultado (57-49, m. 29) poco antes de que el Estudiantes alcanzara su máxima diferencia de 10 puntos. El artificio colegial no intimidó al TDK, que prefirió adoptar una táctica más sólida: la defensa. Después de alternar la zona y la asignación, Pedro Martínez, el técnico catalán, encontró la fórmula para frenar al enemigo: una zona presionante que asfixiaba al Estudiantes en su línea de pase. Claro que la reacción manresana no hubiese sido posible sin Creus (37 años), cuya maestría y la infalibilidad en sus lanzamientos (cuatro de cuatro de dos; seis de seis tiros libres) en la segunda parte llevaron a su escuadra a tomar la alternativa de aspirante a todo en forma de triunfo sobre un rival cualificado

Martínez amenazó fugazmente (64-63, m. 36) tras el último filtreo que se permitió el triple con el atribulado equipo local. Estudiantes intentó la reconciliación -Cvjeticanin, Vecina y Herreros fallaron consecutivamente desde 6,25- sin éxito. La dote del TDK (recursos tácticos, defensa, homogeneidad, aportación de los extranjeros y, sobre todo, Creus) fue puro oro.

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