Tribuna:

Connotaciones

Los partidos políticos aprovechan los congresos para ponerse al día y reformar las connotaciones de su propia definición. Recuerdo los apuros que pasaron el PCE y el PSUC cuando te nían que desleninizarse sin desleninizarse del todo y la cosa se resolvió cambiando un guión por una coma. Dejaron de ser marxistas-leninistas para reconocer las aportaciones programáticas del marxismo, del leninismo y un suficiente etcétera. Ahora los socialistas catalanes han aliviado no tablemente al personal al dejar de ser marxistas y autogestionarios, connotaciones que al parecer preocupaban mucho a militantes...

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Los partidos políticos aprovechan los congresos para ponerse al día y reformar las connotaciones de su propia definición. Recuerdo los apuros que pasaron el PCE y el PSUC cuando te nían que desleninizarse sin desleninizarse del todo y la cosa se resolvió cambiando un guión por una coma. Dejaron de ser marxistas-leninistas para reconocer las aportaciones programáticas del marxismo, del leninismo y un suficiente etcétera. Ahora los socialistas catalanes han aliviado no tablemente al personal al dejar de ser marxistas y autogestionarios, connotaciones que al parecer preocupaban mucho a militantes, simpatizantes y votantes hasta el punto de padecer trastornos espirituales. La gente no habla de otra cosa: ¿Te has enterado de que ya no son autogestionarios? ¡Ya era hora de que dejaran de ser marxistas! Por lo ocurrido en el congreso del PSC parece que las connotaciones importantes eran mucho más caseras. Los obiolistas frente a los sala-serristas, en un ensayo general a lo dramático del papel de las connotaciones realmente existentes en el próximo congreso del PSOE. Felipistas, guerristas, renovadores, integradores... Ésas son las connotaciones reales en un marco ideológicamente marcado por el social-solchaguismo y teóricamente por la teoría del debate, recurso teórico al que habitualmente se recurre cuando no interesa el debate teórico. Un congreso del PSOE tumultuoso sería indeseable a estas alturas de desorientación y apatía democrática, pero en cambio sería de desear un congreso teóricamente valiente en el que se abordaran las concreciones de la nebulosa de la modernidad y qué relación ha habido y habrá entre la modernidad y el progresivo raquitismo teórico y estratégico de la izquierda española. Que Borrell haya sido la estrella ascendente en el congreso del PSC es toda una connotación. Es el dirigente del PSOE que dice menos no verdades.

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