LA BATALLA SOCIALISTA

Una dura pugna por 891 sillas

La batalla por ocupar una de las 891 sillas de delegados al 33º congreso del PSOE es dura y lo será mucho más a medida que se acerquen los días 18, 19 y 20 de marzo. En esa batalla se emplean a fondo 350.000 militantes, según las cifras oficiales, desde los integrantes de pequeñas agrupaciones locales hasta los dirigentes de poderosas federaciones regionales.El PSOE tiene un sistema de elección de delegados que arranca de las agrupaciones locales, sigue con las provinciales y acaba en las regionales. Ya se han convocado asambleas locales. Por ejemplo, la agrupación de Las Rozas (Madrid) se reu...

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La batalla por ocupar una de las 891 sillas de delegados al 33º congreso del PSOE es dura y lo será mucho más a medida que se acerquen los días 18, 19 y 20 de marzo. En esa batalla se emplean a fondo 350.000 militantes, según las cifras oficiales, desde los integrantes de pequeñas agrupaciones locales hasta los dirigentes de poderosas federaciones regionales.El PSOE tiene un sistema de elección de delegados que arranca de las agrupaciones locales, sigue con las provinciales y acaba en las regionales. Ya se han convocado asambleas locales. Por ejemplo, la agrupación de Las Rozas (Madrid) se reunirá el sábado para elegir a los cuatro delegados que le corresponden para el congreso de Madrid. Es decir, antes del congreso federal, cada región celebra su propio congreso extraordinario, no sólo para elegir delegados, sino para enjuiciar a la ejecutiva y presentar enmiendas a la ponencia-marco del congreso.

Siguiendo con el ejemplo de Las Rozas, si se presenta una lista alternativa a la oficial y obtiene el 20% de los votos de los militantes, estará representada en un 25%, es decir, le correspondería un delegado de los cuatro previstos.

Congresos regionales

Una vez que las agrupaciones locales han elegido, irán con sus delegados a los congresos regionales, que se celebrarán la segunda quincena de enero. En Madrid se eligen 52 delegados, que tienen que salir de los designados en las entidades locales. El proceso es el mismo: una o varias listas. Si las minorías obtienen el 20%, su representación será del 25%.

Por último, cuando ya están elegidos los delegados de federación, éstos se reúnen y eligen a su portavoz en el congreso. En algunas federaciones habrá conflictos, como ya empieza a vislumbrarse en Madrid. Si hay un portavoz alternativo al oficial y obtiene el 20% requerido, podrá ir al congreso federal en nombre de la minoría de su federación, por lo que habrá dos portavoces.

Estos delegados acuden al congreso en representación de sus militantes, por lo que llevan un mandato concreto en relación con lo que deben votar. Cada federación lucha porque en la ejecutiva haya alguien de su región. Hasta ahora lo decidía Guerra, pero todo apunta a que ahora lo hará González.

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Los portavoces de las delegaciones son los encargados de votar en representación de los suyos la gestión de la ejecutiva y la elección de la nueva ejecutiva. En este congreso serán muchas las voces que pidan el cambio para que una sola persona no vote en nombre de todos los demás, sino que el voto sea individual y secreto, lo que sólo será posible si se modifica el orden del día para que éste sea el primer punto.

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