Rodríguez Ibarra da un aviso al partido y critica el "provincianismo" del PSOE de Extremadura

La supuesta dimisión de Juan Carlos Rodríguez Ibarra como secretario general del PSOE de Extremadura se quedó ayer en una contundente advertencia contra el "provincianismo" de su partido, dividido entre renovadores (Cáceres) y guerristas (Badajoz). Al término de una reunión de la ejecutiva regional, celebrada en Mérida, Rodríguez Ibarra desmintió que hubiese pensado dimitir. "Ni he presentado la dimisión ni la voy a presentar", afirmó, saliendo al paso de unas afirmaciones del parlamentario autonómico Juan Manuel Romera. "Nunca manifesté que iba a dimitir, sino que, si no se cortaba a tiempo e...

La supuesta dimisión de Juan Carlos Rodríguez Ibarra como secretario general del PSOE de Extremadura se quedó ayer en una contundente advertencia contra el "provincianismo" de su partido, dividido entre renovadores (Cáceres) y guerristas (Badajoz). Al término de una reunión de la ejecutiva regional, celebrada en Mérida, Rodríguez Ibarra desmintió que hubiese pensado dimitir. "Ni he presentado la dimisión ni la voy a presentar", afirmó, saliendo al paso de unas afirmaciones del parlamentario autonómico Juan Manuel Romera. "Nunca manifesté que iba a dimitir, sino que, si no se cortaba a tiempo ese provincianismo, me cuestionaría seguir al frente del partido en Extremadura", añadió.

Romera había declarado que en la comida que Rodríguez Ibarra mantuvo el pasado día 21 con los diputados de la Asamblea de Extremadura anunció que presentaría la dimisión "con carácter irrevocable".En una conferencia de prensa, el presidente extremeño calificó ayer esas palabras de Romera como "un acto de indiscreción idiota" y señaló que en el citado almuerzo sólo manifestó su inquietud respecto al peligro de provincianismo que corría e PSOE al abordar el proyecto regionalista en Extremadura,

Rodríguez Ibarra afirmó que, de cara al próximo congreso federal, los socialistas extremeños están de acuerdo "en los puntos fundamentales de la ponencia marco" y "en llevar una delegación única". Ese mandato de la delegación extremeña, una vez aprobado por los congresos provinciales, tendría como filosofía fundamental "la integración como intento de reducir a la unidad las diferencias que en estos momentos existen: respetarlas pero que esas diferencias configuren una unidad plural donde nadie quede excluido".

González y Guerra

"Los socialistas extremeños vamos a apostar porque ambos [Felipe González y Alfonso Guerra] lideren este proyecto; uno, de secretario' general, y otro, de vicesecretario". Sin embargo, para Ibarra, ésa sería una síntesis "muy infantil".

Y añadió: "El problema de nuestro partido no es que solamente Felipe González y Alfonso Guerra estén sentados en la misma dirección. El problema es que estén sentados como consecuencia de que ambos entienden, y la inmensa militancia entendemos, el proyecto socialista de una forma similar. Porque estén sentados no quiere decir que no pudieran surgir discrepancias. Que esas discrepancias se discutan y que, como consecuencia de discutirlas y poder llegar a acuerdos concretos, sea posible hacer una ejecutiva de integración".

Rodríguez Ibarra fue el primer miembro de la ejecutiva regional en llegar a la sede del PSOE extremeño, presumiblemente para evitar a los periodistas. El secretario provincial del PSOE cacereño y vicesecretario regional, Federico Suárez, manifestó que Rodríguez Ibarra se había limitado a ofrecer "su visión del partido" y presentar "sus inquietudes". Ratificó el liderazgo "indiscutible" de Rodríguez Ibarra en Extremadura y situó la polémica en un ambiente de "debate precongresual".

Suárez se refirió al PSOE como "un partido cohesionado, dentro de la pluralidad de opiniones que hay en todas las organizaciones". Pese a que el liderazgo de Rodríguez Ibarra no está en cuestión Y todos en el PSOE extremeño hablan de cohesión, el enfrentamiento arranca de hace años, con dos ejecutivas provinciales unidas por la ideología, pero con una visión distinta de la realidad regional.

Hace unos meses, la ejecutiva provincial del PSOE de Cáceres comenzó a distanciarse discretamente del guerrismo. Mientras tanto, Badajoz seguía siendo feudo guerrista, y su número uno, Rodríguez Ibarra, no ocultaba su admiración por el ex vicepresidente del Gobierno.

La elección del portavoz del Grupo Parlamentario Socialista en el Congreso supuso el primer enfrentamiento público en el PSOE extremeño desde los tiempos de Pablo Castellanos. Los parlamentarios socialistas cacereños votaron a favor de Carlos Solchaga, mientras que sus compañeros de Badajoz se inclinaron por Eduardo Martín Toval. Fue el primer aviso para Rodríguez Ibarra.