El reinado de Havelange y su sucesor

Hace casi dos décadas, cuando el inglés sir Stanley Rous se aprestaba a defender en las urnas la presidencia de la FIFA, un periódico londinense utilizó las siguientes palabras para describir a su rival: "No hay muchos hombres más dinámicos que Joáo Havelange, un brasileño de 58 años. Abogado, director presidente de seis empresas, ex campeón de natación y waterpolo, empresario deportivo de alto octanaje y, según el folleto que apoya su candidatura, poseedor de suficientes medallas para hundir un barco".Havelange se convirtió en el primer presidente no europeo a base de acercarse al Tercer Mund...

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Hace casi dos décadas, cuando el inglés sir Stanley Rous se aprestaba a defender en las urnas la presidencia de la FIFA, un periódico londinense utilizó las siguientes palabras para describir a su rival: "No hay muchos hombres más dinámicos que Joáo Havelange, un brasileño de 58 años. Abogado, director presidente de seis empresas, ex campeón de natación y waterpolo, empresario deportivo de alto octanaje y, según el folleto que apoya su candidatura, poseedor de suficientes medallas para hundir un barco".Havelange se convirtió en el primer presidente no europeo a base de acercarse al Tercer Mundo, ayudado en una votación que acabó en 68-52 a su favor por el desencanto del bloque soviético con Rous.

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Havelange ha pasado 20 años apoyándose en los votos del Tercer Mundo. A cambio, ha ampliado la fase final de la Copa del Mundo a nuevos afiliados y ahora aumenta el cupo africano en detrimento del europeo. Ha prometido a los asiáticos que también tendrán derecho a una plaza adicional si los resultados son dignos. Otra vez a expensas de Europa. Se han multiplicado los torneos para jóvenes y mujeres, bancos de prueba para innovaciones reglamentarias.

El presidente de la FIFA se enfrentó al Comité Olímpico Internacional a raíz de su actitud proteccionista hacia la Copa del Mundo. Restringió el fútbol olímpico a jugadores que no habían participado en un Mundial -pero no aplicó esta norma a los países del Tercer Mundo-, para luego convertirlo en un torneo para menores de 23 años. últimamente se ha rodeado de incondicionales. Afirmó con antelación que Francia sería sede del Mundíal98 y ahora apoya la candidatura de Japón para el 2002.

La oposición se centra en una Europa donde ha crecido el número de votantes. No hay, sin embargo, un candidato sólido. El sueco Lennart Johansson, presidente de la UEFA, es criticado por transformar la Copa de Europa. El italíano Antonio Matarrese es muy identificable con los clubes más ricos del continente. Y el camerunés Issa, Hayatou, presidente de la Confederación Africana, se basa en las reivindicaciones del Tercer Mundo.

Havelange, mientras, ha potenciado la imagen de su secretario general, Joseph Blatter. El suizo, de 57 años, si bien no ha dicho que quiera competir por el trono, es la cabeza cada vez más visible en la jerarquía del fútbol, sobre todo después que se desmarcara de la pugna Havelange-Pelé.

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