Tribuna:

El mártir

Lo sabía. Lo dije: por el mal gusto a la inmolación. Anuncié que la maquinola iba a tener algún día problemas con la justicia y que Julián Lago, encima, acabaría siendo un mártir de la libertad de expresión.El juez se ha pasado al prohibir sin ver la emisión del programita con las tonterías de la tata (perdón, institutriz) del bebé. ¿Está intentando reintroducir la censura previa? ¿Ha llegado el momento de que la profesión periodística se inmole en la pira de la defensa de la democracia? Hombre, no y no.

Es una batalla, por cierto, en la que mi corazón se inclina por los perjudicados, p...

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Lo sabía. Lo dije: por el mal gusto a la inmolación. Anuncié que la maquinola iba a tener algún día problemas con la justicia y que Julián Lago, encima, acabaría siendo un mártir de la libertad de expresión.El juez se ha pasado al prohibir sin ver la emisión del programita con las tonterías de la tata (perdón, institutriz) del bebé. ¿Está intentando reintroducir la censura previa? ¿Ha llegado el momento de que la profesión periodística se inmole en la pira de la defensa de la democracia? Hombre, no y no.

Es una batalla, por cierto, en la que mi corazón se inclina por los perjudicados, por aquellos cuya intimidad es violada por los programitas (aunque hay quien dice que también nosotros estamos hartos de que los famosos nos violen con su intimidad). En España no existe el concepto de la inviolabilidad de la intimidad. Es un derecho reconocido en el mundo entero. Pero no, aquí no. No quieren enterarse de que el desnudo de una mujer que hace strip-tease no da derecho a su público a violarla, incluso si la exhibición impúdica del trasero propio es remunerada. ¡Qué hartura!

En España no hay prensa puramente amarilla porque no hay suficientes lectores de periódicos, Pero sí hay suficientes televidentes para que haya nacido una televisión amarilla. Y ojo: The Sun en Inglaterra no deja de ser un periódico espantoso porque se venda por millones.

En fin. No sé cómo contener mi impaciencia hasta que, en los próximos meses, "el triángulo Obregón-Lecquio-Dell'Atte" se ponga más caliente aún: el cocinero debe comparecer sin excusa a contar lo que hacían con la tostadora. La profesora de aerobic del gimnasio debe revelar por qué los panties de Ana tenían una carrera y cómo es posible que la camiseta de Dado huela a sudor si él se ducha todos los días. No contesten, que vamos a publicidad.

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