El Destino, en la punta del cigarrillo

Alain Resnais es, para los yuppies, uno de esos directores insoportables que no cambia de plano cada cinco segundos, un tipo cuyas películas no bombardean al espectador con efectos especiales y bombazos en dolby estéreo. Un viejo, en definitiva; otro insensato aburrido que, como Dreyer, Bergman, Erice o Ford, no cree en el lenguaje publicitario como máximo refinamiento de la modernidad. Pues bien, ese Resnais, anciano y pasado de moda, llena las salas de París con la película más atrevida y desconcertante de la cartelera, un doble filme titulado Smoking / No smoking cuyas par...

Alain Resnais es, para los yuppies, uno de esos directores insoportables que no cambia de plano cada cinco segundos, un tipo cuyas películas no bombardean al espectador con efectos especiales y bombazos en dolby estéreo. Un viejo, en definitiva; otro insensato aburrido que, como Dreyer, Bergman, Erice o Ford, no cree en el lenguaje publicitario como máximo refinamiento de la modernidad. Pues bien, ese Resnais, anciano y pasado de moda, llena las salas de París con la película más atrevida y desconcertante de la cartelera, un doble filme titulado Smoking / No smoking cuyas partes pueden verse una sin necesidad de la otra -no hay continuidad en la historia-, que plantean el dilema de por cuál empezar, y en el que nueve personajes interpretados por sólo dos actores -Sabine Azéma y Pierre Arditi- encaman a los héroes ideados por el dramaturgo Alay Ayckborn.Smoking / No smoking es una adaptación muy libre de ocho piezas escritas por Ayckborn. En esas ocho obras hay variantes, tan simples como el fumar o el no fumar, que hacen que tu vida sea otra, que conozcas a otras personas, te enamores de otro y mueras en otro sitio y en otra época. Todo por culpa de un paquete de cigarrillos. Ayckborn es el segundo autor más representado en el Reino Unido, después de Shakespeare, claro. Su mundo es el jugar con el tiempo y el azar, los dos temas predilectos de Resnais, que dice acudir "cada año a Scarborough, al teatro que dirige el propio Ayckborn, para ver sus obras, con el mismo espíritu con el que otros peregrinan a Bayreuth".

La versión francesa de Smoking / No smoking es de dos actores y escritores: Jean-Pierre Bacri y Agnés Jaoui. "Con Resnais hemos tenido una auténtica colaboración. Hablamos al principio. Luego, una vez puestos de acuerdo, sólo habremos discutido tres réplicas. No tiene nada que ver con esos directores egocéntricos que necesitan hacerlo todo y que se sienten enfermos si no escriben sus diálogos". Ellos han logrado que en francés parezca lógico eso de "estamos en el corazón de Inglaterra, en el Yorkshire. Como en todos los pueblos, hay una iglesia, un cementerio, un restaurante indio y una escuela". Y Resnais ha ideado el decorado. De exteriores, de hierba falsa, como en Providence. Y ha dirigido a Azéma y Arditi para que ella sea Célia, Rowena, Sylvie, Josephine e Irene, y él se convierta en Lionel, Miles, Toby y Joe; para que dos de ellos organicen una cena para cuatro, pero anfitriones e invitados no se crucen nunca; para que los dos actores y nueve personajes creen una comedia que también es un filme policiaco, que tiene momentos de melodrama, otros de obra de costumbres, sin olvidar la fluidez del vodevil.

Puro cine europeo, Smoking / No smoking no necesita vender camisetas con su logo ni comercializar sus personajes convertidos en muñequitos de goma para ser una buena película. Alain Resnais parece saber sobrevivir a ese destino europeo y hoy las mayores colas ante los cines de París son para su película.