El Joventut revive frente al Benfica el desastre olímpico

El Joventut vivió una pesadilla y alguno de sus jugadores reconocieron los fantasmas. Fueron los mismos que acabaron con la longeva carrera del ex seleccionador español Antonio Díaz Miguel en los pasados Juegos Olímpicos. Pero en el banquillo, esta vez estaba el serbio Zeljko Obradovic, y en la pista muchos de los jugadores, como Jofresa, Villacampa y los angoleños Guimaraes y Conceiçao, verdugos éstos en la derrota más humillante jamás sufrida por España.El Joventut cuajó un partido repleto de errores tanto de ejecución como de concepción de juego. Pocas veces supo cómo afrontar la entusi...

El Joventut vivió una pesadilla y alguno de sus jugadores reconocieron los fantasmas. Fueron los mismos que acabaron con la longeva carrera del ex seleccionador español Antonio Díaz Miguel en los pasados Juegos Olímpicos. Pero en el banquillo, esta vez estaba el serbio Zeljko Obradovic, y en la pista muchos de los jugadores, como Jofresa, Villacampa y los angoleños Guimaraes y Conceiçao, verdugos éstos en la derrota más humillante jamás sufrida por España.El Joventut cuajó un partido repleto de errores tanto de ejecución como de concepción de juego. Pocas veces supo cómo afrontar la entusiasta defensa de los luso-angoleños. Perdió de forma incomprensible la lucha por el rebote -39 por 49 del Benfica, 19 de ellos en ataque- ante un equipo mucho más bajo. Acumuló tantas faltas que permitió que el Benfica ventilase una buena parte de sus ataques desde la línea de tiros libres y, lo que es peor, muchas de ellas denotaron falta de concentración.

El Benfica partió con tres conceptos claros: la lucha por el rebote, los triples de Santos y la clarividencia de Conceiçao. Con ese bagaje y los despropósitos del Joventut, los portugueses sobrevivieron a las enormes lagunas en otros aspectos de su juego: su bajo porcentaje de acierto en el lanzamiento, la ausencia de tiro a media distancia y sus constantes pérdidas de balón.

El Joventut, privado desde hace tiempo del concurso de Tomás Jofresa, sumó a la lista de inactivos a Mike Smith, pero en este caso por decisión de Obradovic, lo cual revela algún fallo en el funcionamiento del equipo, al margen de los ya evidenciados sobre la pista. El partido se esfumó siempre a la misma velocidad, siempre con uno, dos, seis puntos de diferencia a lo sumo (51-45 en el minuto 26). El Benfica siempre tuvo a tiro de piedra si no dominado al Joventut. Ya pudo sentenciar al final de los 40 minutos reglamentarios, pero tres triples consecutivos de García, Pérez y Villacampa forzaron la prórroga. En ella, el Benfica ya no admitió réplica. Tomó seis puntos de ventaja (70-76) y la administró con alguna soltura.