Disciplina inglesa en Matapiñoneras
El Sanse no pudo con el colista en un partido al patadón
El juego típicamente inglés se apoderó de la avenida de Matapiñoneras, donde se encuentra el campo del San Sebastián de los Reyes. Pero hubo matices. Mientras los británicos utilizan el patadón como una táctica concienzudamente estudiada, en Matapiñoneras se usó para limar las carencias de los jugadores. Reinaron los globos y el descontrol. Y el Sanse fue el más perjudicado. Tenía que ganar al colista para salir de los últimos puestos de la clasificación, pero fracasó. Los aficionados también salieron maltrechos. Con tanto balón al aire, el cuello termina por resentirse.Tras conseguir la pasad...
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El juego típicamente inglés se apoderó de la avenida de Matapiñoneras, donde se encuentra el campo del San Sebastián de los Reyes. Pero hubo matices. Mientras los británicos utilizan el patadón como una táctica concienzudamente estudiada, en Matapiñoneras se usó para limar las carencias de los jugadores. Reinaron los globos y el descontrol. Y el Sanse fue el más perjudicado. Tenía que ganar al colista para salir de los últimos puestos de la clasificación, pero fracasó. Los aficionados también salieron maltrechos. Con tanto balón al aire, el cuello termina por resentirse.Tras conseguir la pasada jornada su primer positivo, el Sanse afrontaba el encuentro contra el colista con el objetivo de continuar la buena racha. La táctica del patadón, utilizada con premeditación desde el primer minuto, no era la mejor arma para solventar el encuentro. Entre otras cosas, porque el Celta Turista también se decidió a torturar al balón.
En el primer periodo, los jugadores sanseros anduvieron con el mortero sobrado de revoluciones. Es un juego intimidatorio. Al patadón acompaña siempre un alarido: "Vamooos!", "Bueno, Raúl, bueno", "A correr"... La afición, por su parte, anima y anticipa el misil: "Pega, pega, pega". Cuestión de hábito. En esta tesitura, sólo en un rebote o en una jugada a balón parado puede llegar el gol. Esto último dio el tanto a los locales al aprovechar un córner. La artillería de los gallegos funcionó en el segundo tiempo. Los visitantes se hartaron a pegar zapatazos mientras los músculos de los locales acusaban los ímpetus iniciales. "Se mastica el empate, porque están jugando a la taba", clamó un socio sansero, y a la jugada siguiente se consumó el vaticinio. El Sanse suma un nuevo negativo y deja a sus aficionados con tortícolis para toda la semana.