COMPETICIONES EUROPEAS DE FÚTBOL

De la epopeya a la frustración

El Atlético, eliminado por el OFI Creta por culpa de un gol inexistente

El Atlético vio el lado amargo del fútbol tres días después de uno de sus días más gloriosos. El equipo español sufrió una noche intempestiva, tan habitual en sus últimos peregrinajes por Europa. Quedó fuera de la competición con un gol que no lo fue y tras un penalti muy discutible que propició además la expulsión de Caminero. Fue una jugada que causará una nueva frustración en un club que se siente perseguido en los torneos continentales.Sin apenas darse cuenta, el Atlético se encontró en el hoyo. Había conducido la primera parte sin excesos, pero con cierta propiedad. Apenas se dejó amenaza...

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El Atlético vio el lado amargo del fútbol tres días después de uno de sus días más gloriosos. El equipo español sufrió una noche intempestiva, tan habitual en sus últimos peregrinajes por Europa. Quedó fuera de la competición con un gol que no lo fue y tras un penalti muy discutible que propició además la expulsión de Caminero. Fue una jugada que causará una nueva frustración en un club que se siente perseguido en los torneos continentales.Sin apenas darse cuenta, el Atlético se encontró en el hoyo. Había conducido la primera parte sin excesos, pero con cierta propiedad. Apenas se dejó amenazar por el OFI y echó hielo sobre un encuentro que se anunciaba caliente. Pero, aparte de defenderse, no hizo nada más. Y lo pagó en una distracción de sus defensas y en otra del árbitro. En realidad, al Atlético le faltó el grado de intensidad y fe que tuvo el sábado. Esta vez, el equipo volvió a la normalidad y se encontró sin recursos.

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El OFI ofreció muy poco, pero siempre tuvo la posibilidad de llevarse el encuentro. Su mejor futbolista fue el mismo del estadio Calderón: Luppu, el rumano. Sólo cuando intervenía Luppu el juego de los griegos tenía algún sentido. El Atlético desactivó a sus rivales en la primera parte con una gran atención defensiva.

El corte del partido fue bastante abrupto, aunque nunca alcanzó el tono desgarrado que siempre se espera en las canchas griegas. Las faltas fueron numerosas (29 en el primer tiempo), una circunstancia que ayudó todavía más a mortificar el fútbol.

Pero el Atlético estaba en el alambre. El tono alborotado del lance favorecía una acción sorpresiva en cualquier área. Se produjo en los primeros momentos del segundo tiempo. Una internada de Mustakidis, que hizo un buen trabajo en la banda derecha, fue aprovechada por Mahlas para dejar la pelota en la portería. El encuentro se convirtió entonces en una rifa, más propicia para los locales que para los visitantes. El segundo gol del OFI, que dará tinta para muchas páginas, apuntilló al Atlético. Su reacción fue generosa, pero el equipo estaba tocado en la línea de flotación. Esta vez no hubo proeza. Se entregó, buscó y no encontró. Pasó de la epopeya a la frustración.

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