Felines: "Estoy dolido porque creo que lo mío es una injusticia"

Los gestores del Rayo Vallecano llenaron de contradicciones la destitución de Félix Barderas, Felines, como entrenador. Vendieron su paso a la secretaría técnica como un ascenso "envidiable"; afirmaron que volvería al banquillo en el caso de que fallara Fernando Zambrano, su sustituto; pretendieron implicar a los jugadores en el relevo, y disculparon la influencia de algunos empleados del club que trabajaron clandestinamente, según algunas fuentes, en el despido del entrenador. Felines también contribuyó a la confusión. Se mostró "dolido" y víctima de "una decisión injusta", pero aceptó...

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Los gestores del Rayo Vallecano llenaron de contradicciones la destitución de Félix Barderas, Felines, como entrenador. Vendieron su paso a la secretaría técnica como un ascenso "envidiable"; afirmaron que volvería al banquillo en el caso de que fallara Fernando Zambrano, su sustituto; pretendieron implicar a los jugadores en el relevo, y disculparon la influencia de algunos empleados del club que trabajaron clandestinamente, según algunas fuentes, en el despido del entrenador. Felines también contribuyó a la confusión. Se mostró "dolido" y víctima de "una decisión injusta", pero aceptó su nuevo cargo. "Me volvería inaguantable", razonó, "si estuviera diez meses en casa".Lo curioso es que, después de una reunión con los futbolistas, que apoyaron la continuidad de Felines, José María Ruiz Mateos, el presidente del Consejo de Administración del club madrileño, sopesé la posibilidad de volverse atrás de su decisión y convocó una reunión en un hotel madrileño. Felines acudió a la llamada y se encontró con que allí no había nadie. La cita se había deshecho.

Miedo al ridículo

En principio, la consecución de sólo un punto en los últimos cuatro partidos había convencido a Ruiz Mateos de la necesidad de prescindir de Felines. "No podría soportar", dijo, "ser el farolillo rojo. Antes me voy. Prefiero no hacer el ridículo y tomar medidas". En el fondo, se escondía una trama interna que ha perseguido a Felines desde su llegada. "He estado cuestionado desde el principio", indicó. Sobre Ricardo Gallego, uno de los miembros del cuerpo técnico, se condensan casi todas las acusaciones. "Yo no tengo potestad para echar o poner", se justificó el ex madridista y ex rayista. "No sé", añadió, "si estoy de acuerdo con esta medida".

Ruiz Mateos convocó una conferencia de prensa para justificar la postura del club. Se sirvió del gerente, Fernando Abad, para maquillar la dureza de la misma: "Es una decisión de empresa". También frenó drásticamente las intervenciones críticas de Felines. "Lo único que puedo decir", indicó éste, "es que me han destituido". "No", atajó Ruiz Mateos; "ha cambiado de funciones". Unas palabras de Abad -"tengan la seguridad de que, si Zambrano falla, Felines será de nuevo el entrenador del Rayo"- también fueron respondidas por Felines: "No me lo planteo, pero empiezo a ver algo rarillo que no me gusta nada". Y sentenció: "Estoy dolido: ha sido una injusticia". "Si es así", le espetó Ruiz Mateos, "no debes seguir con nosotros". Felines no esgrimió más quejas.

"Creo que es una decisión injusta", afirmó el capitán del equipo, Miguel. "No se puede valorar el trabajo de Felines", agregó, "por perder con el Madrid". "Ha sido una determinación un poco rara", declaró Hugo Sánchez, "y me ha sorprendido. En el fútbol el menos culpable es el más perjudicado".

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