Entrevista:

"La indefinición es la locura permanente"

El Consejo Político Regional de Izquierda Unida, controlado por el sector oficialista de la coalición, ha concedido plena soberanía a la asamblea local de la segunda ciudad de Madrid: Móstoles (192.000 habitantes). El mes que viene deberá decidir si sus cinco concejales, adscritos al sector renovador de la coalición, entran a formar parte del Gobierno municipal socialista, permanecen en la oposición o se limitan a mantener acuerdos programáticos hasta el final de su mandato, en 1995.Además de exigir el máximo respeto y acatamiento de lo que se acuerde en la asamblea, la dirección regional de l...

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El Consejo Político Regional de Izquierda Unida, controlado por el sector oficialista de la coalición, ha concedido plena soberanía a la asamblea local de la segunda ciudad de Madrid: Móstoles (192.000 habitantes). El mes que viene deberá decidir si sus cinco concejales, adscritos al sector renovador de la coalición, entran a formar parte del Gobierno municipal socialista, permanecen en la oposición o se limitan a mantener acuerdos programáticos hasta el final de su mandato, en 1995.Además de exigir el máximo respeto y acatamiento de lo que se acuerde en la asamblea, la dirección regional de la coalición decidió congelar el expediente sancionador abierto contra el concejal Félix Montero y el portavoz del grupo municipal en el Ayuntamiento de Móstoles. Cansado de disputas internas a sus 46 años, el ingeniero técnico de Telecomunicaciones Salvador Torrecilla aún sigue dispuesto a luchar. Como cuando dirigía la Federación Regional de Asociaciones de Vecinos.

Pregunta. ¿Qué supone para Nueva Izquierda la decisión del Consejo Político Regional?

Respuesta. La resolución no contentó a nadie. Yo salí disgustado porque no se definió la política de alianzas que tiene que llevar Izquierda Unida, y esto nos instala en una locura permanente. Los representantes de la mayoría también salieron descontentos porque no consiguieron su objetivo de que prosperasen las sanciones contra nosotros.

P. ¿Nueva Izquierda acudirá a la asamblea de Móstoles del mes de octubre?

R. Nos lo estamos planteando, aunque con un respeto absoluto por lo que de allí salga. Creemos que una asamblea es buena, pero dudamos de que solucione la situación de Móstoles. Nosotros sí hablamos de programa y estamos más en sintonía con nuestro coordinador general, Julio Anguita, que los otros.

P. ¿Y si se decide no participar en el gobierno con el PSOE?

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R. Nos quedaremos en la oposición, aunque seguiremos peleando. Es más clarificador estar en el gobierno o en la oposición que mantener acuerdos de apoyo de segundo grado -por ejemplo, con nombramientos de directores de servicios municipales-, porque se puede entender que se está en los sitios sólo por estar, independientemente de lo que se logre.

P. ¿Se han planteado los renovadores pasarse al PSOE?.

R. En absoluto. Si al final deciden expulsarnos, seguiríamos siendo el grupo municipal de Izquierda Unida hasta el final de este mandato. Nuestro entendimiento con el PSOE sólo se da en los programas.

P. Pero la Comisión de Garantías y Control de IU ya ha estudiado su expulsión.

R. Yo seguiré defendiendo que el tema central de esta comisión no es la política, sino la expulsión de Izquierda Unida. A nivel personal, salí muy dolido porque nuestra actuación como grupo de concejales en Móstoles podía ser objeto de sanción.

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