Kaspárov arrolla a Short

Ni siquiera la presencia de Lady Diana en el palco sirvió para que un tambaleante Nigel Short pudiera resistir el vendaval de Gari Kaspárov en la séptima partida del Mundial oficioso de ajedrez que ambos disputan en Londres. El ruso barrió al británico, que además ha roto con su entrenador, y vence por 5,5-1,5. Esta diferencia permite augurar un suplicio para Short en las 17 partidas que faltan."Short ya ha aprendido a hacer tablas con el campeón. Pero, ¿aprenderá a ganarle?, se preguntaba el lunes el suizo Víctor Korchnoi, doble subcampeón del mundo. La respuesta estaba en la deprimente image...

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Ni siquiera la presencia de Lady Diana en el palco sirvió para que un tambaleante Nigel Short pudiera resistir el vendaval de Gari Kaspárov en la séptima partida del Mundial oficioso de ajedrez que ambos disputan en Londres. El ruso barrió al británico, que además ha roto con su entrenador, y vence por 5,5-1,5. Esta diferencia permite augurar un suplicio para Short en las 17 partidas que faltan."Short ya ha aprendido a hacer tablas con el campeón. Pero, ¿aprenderá a ganarle?, se preguntaba el lunes el suizo Víctor Korchnoi, doble subcampeón del mundo. La respuesta estaba en la deprimente imagen de Short poco después de firmar su abandono. Tras analizar la partida con su verdugo durante unos minutos, el británico se derrumbó en su silla, hizo un esfuerzo para levantarse y abandonó cabizbajo el escenario con extrema lentitud. Quizá se preguntase: "¿Podré ganarle una sóla partida?".

El mazazo de ayer tal vez sea aún más doloroso que el de la primera, cuando Short perdió por tiempo en una posición ganadora una jugada después de rechazar el empate. En las partidas siguientes, el inglés desperdició varias oportunidades de lograr esa victoria sobre Kaspárov que no consigue desde 1986. Para colmo, riñió con su entrenador, el estadounidense Llubosh Kavalek, que ayer confirmó la ruptura desde su domicilio en Virginia (EE UU).

Sin embargo, Short, había dado muestras de recuperación con dos empates consecutivos y sin problemas. El plan consistía en hacer tablas ayer con las piezas negras para intentar romper el muro mañana con las blancas. Kaspárov se dió cuenta de que el moribundo amenazaba resucitar y preparó el golpe de gracia de forma harto sutil: empezó jugando como su eterno rival, Anatoli Kárpov, presionando sin arriesgar; y terminó dando la razón a quienes le definen como "las fuerzas de la naturaleza volcadas sobre un tablero de ajedrez". Fue una paliza memorable; el gesto de Lady Diana merecía otra cosa.DesarrolloBlancas: Kaspárov.

Negras: Short.1 e4 e5 / 2 Cf3 Cc6 13 Ab5 a6 14 Aa4 Cf6 / 5 0-0 Ae7 / 6 Tel b5 / 7 Ab3 0-0 / 8 a4 Ab7 19 d3 d6 / 10 Cbd2 Cd7 / 11 c3 Cc5 112 ab5 ab5 113 Ta8 Aa8 114 Ac2 Affl 115 b4 Ce6 16 Cf 1 Ab7 117 Ce3 g6 18 Ab3 Ag7 19 h4 Ac8 120 h5 Rh8 21 Cd5 g5 122 Ce3 CM 123 g3 Ch5 24 Cf5 Af5 125 ef5 Dd7 / 26 Ag5 h6 1 27-Ch4 Cf6 / 28 Af6 Af6 / 29 Dh5 Rh7 130 Cg2 Ce7 131 Ce3 Cg8 1 32 d4 ed4 133 ed4 Ad4 134 Cg4 Rg7 / 35 Ch6 Affl 136 At7 y Short abandonó.

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