FÚTBOL EN VERANO: TORNEO VILLA DE MADRID

El Atlético muestra un estado saludable

El público del Calderón se fue contento. Su equipo, el Atlético, ganó el trofeo que organiza, y además mostró un estado saludable. Enriqueció sus perspectivas frente a la Liga que se avecina. Todo lo contrario que el Rayo, que volvió a brindar una jornada deplorable. Ocupó la tercera plaza del torneo, por detrás del Vasco de Gama. Hugo Sánchez, su teórica estrella, portaba antaño un discurso demoledor. El que ha vuelto a España ya no dice nada.

El Atlético, sobre todo, expresó alegría. Una buena noticia para unos colores teñidos de tristeza desde que se quedaran sin Paulo Futre, ya hace...

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El público del Calderón se fue contento. Su equipo, el Atlético, ganó el trofeo que organiza, y además mostró un estado saludable. Enriqueció sus perspectivas frente a la Liga que se avecina. Todo lo contrario que el Rayo, que volvió a brindar una jornada deplorable. Ocupó la tercera plaza del torneo, por detrás del Vasco de Gama. Hugo Sánchez, su teórica estrella, portaba antaño un discurso demoledor. El que ha vuelto a España ya no dice nada.

El Atlético, sobre todo, expresó alegría. Una buena noticia para unos colores teñidos de tristeza desde que se quedaran sin Paulo Futre, ya hace unos cuantos meses. Casi toda cayó de las botas de dos jugadores recién llegados: Quico y Caminero. Se estrenaban ayer ante su público y ya poseen los puestos de privilegio entre las preferencias de los aficionados.Quico tiene eso que los sevillanos definen como duende. Sus acciones son complicadas de predecir. No provienen de un libro de estrategias. Tampoco de la pizarra de un técnico militarista. Da la sensación de que ni el propio Quico sabe lo que va a hacer hasta un segundo antes de hacerlo. Todas sus obras son nuevas. Inventos continuos. Lances cualquiera de los que pueblan el mapa del fútbol, pero que, en realidad, no se han visto nunca. Quico es un genio allá donde juegue. En la media punta o, como ayer, en las proximidades de la portería contraria. Lo importante es que le caiga el balón cerca: alguna idea brillante se le pasará por la cabeza.

La única duda que despierta el jugador gaditano es si va a ser capaz de cargar sobre su talento todo el fútbol del Atlético. No parece asustarse, ante el exceso de responsabilidad, pero tendrá que demostrarlo aún en los encuentros de peso.

Caminero es otra cosa, aunque tampoco parece importarle la posición que deba ocupar en el campo. Inició su profesión como extremo en las categorías inferiores del Real Madrid; Pacho Maturana lo hizo crecer como líbero en el Valladolid, y ahora Jair Pereira le ha descubierto un sillón de lujo en el centro del campo, como director de juego. Caminero tiene clase y la regala en todas partes. Andaba el Atlético intranquilo porque Moacir no se había destapado como el canalizador que se creía y aparece Caminero con intenciones de asumir los galones. Ayer se calzó el mando del equipo y éste lo agradeció: puso el balón con precisión en los sitios lógicos. Caminero es un futbolista aseado, maneja la pelota con elegancia y mira siempre hacia adelante. Su sitio debe ser el de ayer. Detrás, Juanito evidenció que tiene demasiadas tablas como para perder el puesto.

Por lo demás, el Atlético asomó orden. El sistema de Pereira (4-1-3-2) parece asimilado. La pretemporada de los rojiblancos había despertado inquietudes, pero su imagen a cuatro días del comienzo de la Liga es más tranquilizadora. No puede decir lo mismo, ni mucho menos, el Rayo.

El equipo de Felines huele mal. Su esqueleto está más próximo al de un equipo de Segunda que de Primera. Sólo Wilfred, el elástico cancerbero nigeriano, y Pablo, el constructor de juego, sobreviven entre tanta mediocridad. Su candidatura para eludir el descenso no se presenta muy solvente.

Buena parte de culpa del mal aspecto que presenta el Rayo procede de Hugo Sánchez. El mexicano acaba de llegar y debe contar con un periodo de cortesía hasta que se aclimate, pero su futuro no tiene buena pinta. Los años no le dejan asomar las facultades que le elevaron a la cima del fútbol. Su carácter, además, no es el del jugador carismático que tiene que asumir responsabilidades. Da la sensación de que prefiere no tocar el balón para no utilizarlo equivocadamente.

Alineaciones

Rayo-Vasco de Gama (0-1): Wilfred; Cota, Miguel, Alex, Lema, Josete; Alcázar, Pablo, Luis Delgado; Urzáiz (Onésimo, m.32) y Hugo Sánchez.

0-1, M.40: Valdir.

Atlético-Rayo (2-0): Diego; Tomás, Juanito, Solozábal, Toni; Quevedo, Caminero, Manolo, Vizcaíno; Quico y Luis García.

Wilfred; Alcázar, Miguel, Alex, Cota, Palacios; Calderón, Pablo (Josemi, m.40), Luis Delgado; Onésimo y Hugo Sánchez.

1-0, M.3: Quico. 2-0, M.24: Luis García.

Atlético-Vasco de Gama (1-1. 4-3, en los penalties): Abel; Pizo, Juanito, Solozábal (Ferreira, m.20), Pedro; Quevedo, Caminero, Sabas, Pirri; Benítez y Kosecki.

1-0, M.12: Caminero. 1-1, M.45: Pimentel

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