Bubka pasa a la historia al lograr el cuarto título

Sergéi Bubka pasó ayer a la historia de los Mundiales por ser el único atleta que ha sido capaz de ganar todos los títulos disputados en sus cuatro ediciones, desde que comenzaron a celebrarse en 1983. Su triunfo tuvo más momentos legendarios porque lo consiguió con un salto de 6,00 metros, altura a la que nunca tuvo necesidad de ascender para enriquecer su palmarés. Luego, además, quiso establecer un nuevo récord mundial, hecho insólito en una competición oficial donde lo que cuenta es la victoria, no la marca y tampoco cobraría los 10 millones habituales por batirlo. En los Mundiales nunca s...

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Sergéi Bubka pasó ayer a la historia de los Mundiales por ser el único atleta que ha sido capaz de ganar todos los títulos disputados en sus cuatro ediciones, desde que comenzaron a celebrarse en 1983. Su triunfo tuvo más momentos legendarios porque lo consiguió con un salto de 6,00 metros, altura a la que nunca tuvo necesidad de ascender para enriquecer su palmarés. Luego, además, quiso establecer un nuevo récord mundial, hecho insólito en una competición oficial donde lo que cuenta es la victoria, no la marca y tampoco cobraría los 10 millones habituales por batirlo. En los Mundiales nunca se ha pagado en dinero. Ahora se empieza con Mercedes.Su pugna por el récord tuvo momentos de gran polémica. Los jueces le dieron nulo cuando, una vez que habían transcurrido dos minutos de preparación del salto, no había iniciado ni tan siquiera la carrera. Bubka reivindicó mayor tiempo de concentración, pues así se lo permite el reglamento (cuatro minutos cuando quedan dos atletas en competición y seis si es uno solo). Luego pidió que se alejaran las cámaras de televisión y los fotógrafos que estaban en las proximidades del saltadero. Esta petición no le fue atendida y, mientras, el reloj ya estaba contando.

Bubka llegó a realizar los tres intentos sobre 6,14 metros, hecho inédito en un atleta que al mínimo incidente deja de saltar alegando pérdida de concentración. Por esta extremada sensibilidad los organizadores de reuniones tiemblan cuando se enfada. Pero ayer lo hacía todo por el honor.

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