TOUR 93

Los enemigos dan el Tour por terminado

"El ganador del Tour está decidido desde hace tiempo". Lo dice Juan Femández, el director de Rominger. "No voy a ganar este Tour", comentó su pupilo. Si los principales rivales de Induráin hablan en ese tono y con esa rotundidad, sobran las especulaciones. "Es muy difícil que pase algo. Cómo será que todos estábamos esperando que atacase el cuarto [Rominger], y no el segundo o el tercero. Este Tour está acabado". Manolo Saiz, director del ONCE, apoya la tesis dominante: todo está vendido. "Induráin ha sido superior a todos en todos los aspectos", añade Javier Mínguez, del Amaya.

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"El ganador del Tour está decidido desde hace tiempo". Lo dice Juan Femández, el director de Rominger. "No voy a ganar este Tour", comentó su pupilo. Si los principales rivales de Induráin hablan en ese tono y con esa rotundidad, sobran las especulaciones. "Es muy difícil que pase algo. Cómo será que todos estábamos esperando que atacase el cuarto [Rominger], y no el segundo o el tercero. Este Tour está acabado". Manolo Saiz, director del ONCE, apoya la tesis dominante: todo está vendido. "Induráin ha sido superior a todos en todos los aspectos", añade Javier Mínguez, del Amaya.

Así que nadie espera nada de los Pirineos, en el pelotón español por primera vez. La victoria de Induráin es un hecho. Cuatro éxitos en los últimos seis años colocan al ciclismo nacional en su década (le mayor esplendor. Mejor dejar las cosas como están. "Ya es muy tarde", titula L'Équipe a toda página.Rom-inger hizo unas declaraciones en caliente tras la llegada a Andorra. Colocó en el paredón a Mejía y a Jaskula. "No entiendo lo que hacen", dijo. 24 horas después, Juan Fernández disculpa al suizo. "Entiendo su rabía, pero también ha comprendido situación. Para Mejía acabar segundo en este Tour es muy importante. Es normal que no quiera arriesgar lo más mínimo en un ataque. En realidad, en este Tour sólo hay un corredor dispuesto a atacar, que es el mío, y lo tendrá que hacer sin ayuda de nadie". Mínguez coincide con Fernández. "Hombre, Mejía en estos momentos tiene que decir eso de Virgencita, que me quede como estoy. Para él es importantísimo ese segundo puesto", expresa a las claras el director vallisoletano.

La conclusión final es obvia. Se impone la prudencia en todos los frentes. "Tal y como está el ciclismo actual, con las exigencias de los patrocinadores y la cantidad de dinero que se maneja, empieza a ser importante conservar ciertas posiciones. Es lo que le sucede a Mejía o Jaskula. Además, cada vez va a ser más complicado lanzar un ataque en toda regla: la preparación de los corredores es mayor, el pelotón es más rápido". Lo dicho, sobra esta tercera semana, conclusión que ha permitido a Sáiz lanzar una idea al aire: un Tour de dos semanas. Sáiz olvida que las mejores ediciones de los últimos años fueron aquellas en las que el drama llegó hasta la tercera semana (1987 con la pelea entre Roche y Delgado o 1989 con la disputa entre LeMond y Fignon) o los aspirantes llegaron a la recta final con margen de maniobra (1991, Bugno contra Induráin o 1992 Chiappucci contra el navarro). Y, además, quién es capaz de decir que Induráin no dominaría mejor un Tour de dos semanas?.

La política de Echávarri se ha impuesto y todos aquellos que han sido sus aliados han recibido alguna recompensa. A saber, los equipos de los sprinters que más le ayudaron en la primera semana (GB-MG y Novémail), el ONCE por colaborar en un par de etapas (victoria de Bruyneel), el Clas por destinar a Rominger para eliminar a la escuadra italiana (los dos triunfos del suizo en los Alpes) y el Amaya porque siempre se ha portado bien con el Banesto cuando ha hecho falta (Rincón.). Induráin igualará los récords de LeMond y Bobet y todo el ciclismo nacional se dará por satisfecho. La colonia española vive feliz estos días. ¿Los Pirineos? Pueden esperar al próximo Tour.

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