Crítica:

Gigante

21.50 / TVE- 1Estados Unidos, 1958 (191 minutos). Director: George Stevens. Intérpretes: Rock Hudson, Elizabeth Taylor, James Dean, Carrol Baker. Drama.Gigante no, monumental melodrama sureño de personajes retorcidos, apasionados, inolvidables, combativos. Más de tres horas de enfrentamientos labrados y larvados a pie de refinería, un lujo de reparto irrepetible (sería la última película de James Dean, aquí acompañado de sus amigos Dennis Hopper y Sal Mineo) y un guión de inspiraciones folletinescas según la novela de Edna Ferber. George Stevens, ganador del Oscar al mejor direct...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

21.50 / TVE- 1Estados Unidos, 1958 (191 minutos). Director: George Stevens. Intérpretes: Rock Hudson, Elizabeth Taylor, James Dean, Carrol Baker. Drama.Gigante no, monumental melodrama sureño de personajes retorcidos, apasionados, inolvidables, combativos. Más de tres horas de enfrentamientos labrados y larvados a pie de refinería, un lujo de reparto irrepetible (sería la última película de James Dean, aquí acompañado de sus amigos Dennis Hopper y Sal Mineo) y un guión de inspiraciones folletinescas según la novela de Edna Ferber. George Stevens, ganador del Oscar al mejor director, supo crear un espectáculo romántico-épico que tal vez resulta demasiado forzado para las nuevas generaciones amamantadas con culebrones. A pesar de su larga duración y de su complejo tejano (como en el chiste, en Tejas todo es lo más grande), el drama transcurre a gran velocidad en un decorado de auténtica superproducción que acentúa los vastos paisajes, las abismales diferencias de clase y la belleza casi animal de Elizabeth Taylor.

Archivado En