Entrevista:

"Los políticos son más actores que los artistas"

Figura en los carteles como Lita Claver, en sus documentos siempre firma como Emilia Giménez, pero el público la conoce como La Maña. Mientras Europa se convulsionaba con el Mayo francés del 68 ella debutaba con poca ropa en el Paralelo de Barcelona y se convertía en una descarada y fresca (en los dos sentidos) vedette. Primero fue el Victoria, luego el Molino y hoy, a sus 48 años, que nunca oculta, es, además de una institución, figura y empresaria del teatro Arnau. Desde allí se mete con todos los políticos, sea quien sea, y todos le ríen las gracias.

Pregunta. ¿A cuánto...

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Figura en los carteles como Lita Claver, en sus documentos siempre firma como Emilia Giménez, pero el público la conoce como La Maña. Mientras Europa se convulsionaba con el Mayo francés del 68 ella debutaba con poca ropa en el Paralelo de Barcelona y se convertía en una descarada y fresca (en los dos sentidos) vedette. Primero fue el Victoria, luego el Molino y hoy, a sus 48 años, que nunca oculta, es, además de una institución, figura y empresaria del teatro Arnau. Desde allí se mete con todos los políticos, sea quien sea, y todos le ríen las gracias.

Pregunta. ¿A cuántos políticos, se les ha sentado usted en las rodillas?

Respuesta. iHuy, a muchos! Soy muy despistada, pero el público se chiva cuando hay algún político. Además, cuando vienen, van de ser muy de pueblo y muy viva la Virgen, sacan el otro yo. Recuerdo las rodillas de Pasqual Maragall, varias veces, me caía muy bien, pero ahora le he cogido manía porque no se ocupa del Paralelo; Jordi Pujol se me resiste mucho, pero tengo tiempo y caerá; Narcís Serra, ¡cómo se reía!; Ángel Colom; Antonio de Senillosa, que me vacila más que yo a él... y muchos pero muchos, periodistas de EL PAÍS.

P. ¿Se nota en los espectadores que estamos en campaña electoral?

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R. Sí, sobre todo porque el público está más triste, yo creo que todos piensan, y yo también, que tantos millones en estas campañas podían arreglar un poco la situación tan caótica de este país.

P. ¿Cree que las campañas no tienen sentido hoy día?

R. ¡Pero si ya sabemos todos quién es cada cual y qué quieren! Son la mayor inutilidad del mundo. Hace años tenían sentido, pero con los avances de hoy y una tele, como mínimo, en cada casa es imposible que nos digan algo que no sepamos de ellos. Hablo de todos. Cada vez que pienso en todos los puestos de trabajo que podían crear con los millonazos de las campañas me pongo enferma.

P. ¿Qué imagen tiene de los políticos?

R. Son más actores que los artistas, cuando hablan es un deleite. ¡Son hasta graciosos! ¿Y el don de mentir que tienen? ¿No es maravilloso?

P. ¿Qué partido cree que defiende mejor los intereses de los españoles y a cuál va a votar?

R. No me decanto por ninguno. Los artistas tenemos que estar al margen y, aunque tengamos preferencias, somos gente pública y trabajamos para todas las ideologías. Tenía confianza en el PSOE, pero me ha defraudado tanto que me ha dejado hecha polvo. Sólo pido que quien suba arriba intente solucionar el país. Yo votaré a unos ecologistas, aunque aún no he decidido a cual, ya que me preocupan muchísimo los problemas del medio ambiente y, además [susurra], de los otros partidos no me fío.

P. ¿Cuál cree que es el problema más grave en España?

R. Sin duda, el paro tremendo, la droga. También el racismo, a lo que soy especialmente sensible, porque soy gitana, y aunque no he sufrido rechazo en mi propia carne, sí lo he vivido en mi casa.

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