Aznar cree irresponsables los vaticinios de González sobre inestabilidad

El candidato del Partido Popular a La Moncloa, José María Aznar, cafificó ayer de "muy poco responsables" los comentarios del jefe del Gobierno, Felipe González, que vaticinó desde Viena una situación de inestabilidad para el próximo Ejecutivo. El secretario general del PP, Francisco Álvarez Cascos, subrayó, por su parte, que su partido garantiza la estabilidad y la fortaleza del Gobierno si consigue la mayoría, mientras el secretario general de CiU, Mique] Roca, y el lehendakari José Antonio Ardanza se apresuraban a subrayar su decisión de contribuir a la gobernabilidad.

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El candidato del Partido Popular a La Moncloa, José María Aznar, cafificó ayer de "muy poco responsables" los comentarios del jefe del Gobierno, Felipe González, que vaticinó desde Viena una situación de inestabilidad para el próximo Ejecutivo. El secretario general del PP, Francisco Álvarez Cascos, subrayó, por su parte, que su partido garantiza la estabilidad y la fortaleza del Gobierno si consigue la mayoría, mientras el secretario general de CiU, Mique] Roca, y el lehendakari José Antonio Ardanza se apresuraban a subrayar su decisión de contribuir a la gobernabilidad.

En declaraciones a Canal Sur, Aznar indicó: "En un momento en que la debilidad de la economía española hace que nosotros no podamos bajar nuestros tipos de interés y el Banco de España tiene que intervenir en defensa de nuestra moneda, en un momento en el que la campaña electoral habla de por sí de cierta incertidumbre, contribuir a no despejar incertidumbres y añadir incertidumbres me parece un ejercicio muy poco responsable".El secretario general del PP, Francisco Álvarez Cascos, fue más lejos y señaló que las declaraciones de Viena "forman parte del González increíble". Para Álvarez Cascos "parece mentira que el presidente de un Gobierno que ha devaluado la peseta dos veces y es responsable de la crisis de confianza que existe en la economía española, añada nuevas amenazas y nuevas incertidumbres. El Partido Popular, por el contrario, está convencido de la estabilidad del Gobierno que salga de las próximas elecciones y la garantiza respecto al Gobierno que forme si obtiene la mayoría", informa Victorino Ruiz de Azúa.

"Derrotista y derrotado"

El secretario general del PP cree que González ha reflejado en sus declaraciones, "o bien un presagio del síndrome de derrotismo que le afecta y del clima de división en su partido, lo que le hace ver un Gobierno inestable si él gana las elecciones, o bien una simple amenaza para continuar en la estrategia del miedo". Esto último "sería un error, porque la estrategia de la tierra quemada nunca ayuda al que la practica y a veces ayuda a los rivales, y en todo caso confirmaría que no sólo está derrotista sino derrotado".

Sobre el pronóstico del jefe del Gobierno de una moción de censura en 1994 contra el nuevo Ejecutivo, Álvarez Cascos la considera "aún es más interesante, porque significa que González se ve en los escaños de la oposición". Lo que aclara, según el dirigente del PP "es si esa moción de censura va tenerle a él como candidato alternativo al presidente Aznar y yo tengo serias dudas, porque si el PSOE va a la oposición, la sucesión estaría abierta".

En Sevilla, donde se presentó la candidatura de los populares, su cabeza de lista, Javier Arenas, mostró su perplejidad por las declaraciones de González. "Dan la impresión de que el candidato socialista ha tirado ya la toalla", dijo el vicesecretario general del PP, quien añadió: "Es un certero diagnóstico decir que el PSOE no podrá encabezar un Gobierno con una mayoría suficiente. Si Felipe González es incapaz de estar en un Gobierno fuerte después del 6 de junio, nosotros sí somos capace", informa Juan Méndez.

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Arenas reiteró que el PP "no tiene vocación pactista sino mayoritaria" y defendió que los Gobiernos fuertes no se miden por el número de escaños, como lo prueba el hecho de que el PSOE, con 175 diputados, ha sido un Gobierno profundamente débil".

El vicesecretario general del PP para el área electoral prometió que no se le oirá hablar en la campaña del "voto cautivo" porque "ni una pensión ni un subsidio hay que debérselo ni a Felipe González ni a Alfonso Guerra". Arenas dijo que "votar PP es votar posibilidad de empleo, mientras que el PSOE sólo ofrece la posibilidad de cobrar una limosna".

El secretario general de CiU, Miquel Roca, reaccionó también con dureza contra Felipe González, al que acusó de reflejar la desorientación de las filas socialistas y de haber "perdido el norte". El dirigente nacionalista catalán aseguró que el próximo Gobierno "seguro que será mucho más fuerte y estable que el débil Gobierno que ahora resulta de una mayoría absoluta, que está dividido por las tensiones internas y los problemas del partido".

Roca dijo que "en Extremadura, Andalucía o Galicia deben saber que por eso que se llama simplemente los catalanes no habrá desgobierno en España" porque si depende de los nacionalistas de CiU "antes del 20 de julio" habrá un Ejecutivo formado.

El presidente del Gobierno vasco, el peneuvista José Antonio Ardanza, declaró en Vitoria que la ausencia de mayoría absoluta en el Congreso de los Diputados en la próxima legislatura puede favorecer la pluralidad. Ardanza pidió que se vaya pensando en las coaliciones de gobierno y agregó que el PN-V siempre ha tenido claro que para desarrollarse tiene que haber una democracia y que el desarrollo económico de Euskadi debe ir acompañado del de el resto de España.

El ministro de Administraciones Públicas, el socialista Juan Manuel Eguiagaray, fue la única voz de apoyo que recibió ayer Felipe González.

Al salir de un acto oficial en Madrid, Eguiagaray pidió a los ciudadanos "un ejercicio de reflexión" sobre los riesgos de un Gobierno "inestable" u "débil". Eguiagaray admitió que existe incertidumbre sobre el resultado de las elecciones.

No obstante, el ministro se mostró convencido de que España, con el nivel de descentralización política y económica alcanzado y con la necesidad de hacer frente a retos internos y exteriores importantes, "no debería optar por un gobierno débil, sino más bien por uno con capacidad para darle cohesión al conjunto del país".

En su opinión, los ciudadanos deberán elegir un gobierno que haga frente "decididamente" a los problemas derivados de la situación económica y al compromiso de estar en los próximos años "en los primeros lugares de la construcción europea".

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