Un funcionario italiano

ha sido obligado por sentencia judicial a tomarse las vacaciones que había rechazado sistemáticamente durante casi 30 años de servicio Athos Bagatin, un funcionario italiano, ha sido obligado por sentencia judicial a tomarse las vacaciones que había rechazado sistemáticamente durante casi 30 años de servicio. Bagatin, de 60 años, jefe de la oficina de protestas de los juzgados de Adria, a 64 kilómetros de Venecia, sólo se concedía un respiro los fines de semana, y trabajaba incansablemente el resto de los días, fiestas y vacaciones incluidas."Soy el jefe de una oficina, tengo muchas responsabi...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

ha sido obligado por sentencia judicial a tomarse las vacaciones que había rechazado sistemáticamente durante casi 30 años de servicio Athos Bagatin, un funcionario italiano, ha sido obligado por sentencia judicial a tomarse las vacaciones que había rechazado sistemáticamente durante casi 30 años de servicio. Bagatin, de 60 años, jefe de la oficina de protestas de los juzgados de Adria, a 64 kilómetros de Venecia, sólo se concedía un respiro los fines de semana, y trabajaba incansablemente el resto de los días, fiestas y vacaciones incluidas."Soy el jefe de una oficina, tengo muchas responsabilidades y debo dar ejemplo a los demás. Es como si el presidente de la Fiat, Giovanni Agnelli, se marchara y dejara toda la empresa en manos de desconocidos", explicó Bagatin. Sin embargo, el incansable funcionario se verá obligado ahora a descansar, según ordena una sentencia firmada por el presidente del Tribunal de Apelación de Venecia, Luca Santoro.

La decisión del magistrado se produjo después de que los representantes sindicales denunciaran el caso de Bagatin, cuyas vacaciones acumuladas a lo largo de los años ascienden a cerca de 900 días.

La sentencia invita a los responsables de los juzgados de Adria a adoptar las oportunas medidas para conseguir que Athos Bagatin deje el trabajo y disfrute de vacaciones, aunque sea en contra de su voluntad, y aun a riesgo de que la actividad del país se paralice durante su descanso.-

Archivado En