MUNDIALES DE ATLELISMO EN PISTA CUBIERTA

Reynolds se dispone a lavar el nombre de la familia

Harry Butch Reynolds, el atleta negro de ojos verdes que en 1988 asombró al mundo con su récord mundial de 400 metros, vuelve hoy a la alta competición internacional tras cumplir dos años de sanción por dar positivo en un control antidopaje. "Cuando me sancionaron, mi abuelo me dijo que limpiara nuestro nombre y eso es lo que me dispongo a hacer", fueron las palabras del atleta en vísperas de su debú.Reynolds mantiene un agrio litigio con Primo Nebiolo, presidente de la Federación Internacional de Atletismo, porque recurrió, y ganó, su sanción ante los tribunales de justicia estadounidense. Ne...

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Harry Butch Reynolds, el atleta negro de ojos verdes que en 1988 asombró al mundo con su récord mundial de 400 metros, vuelve hoy a la alta competición internacional tras cumplir dos años de sanción por dar positivo en un control antidopaje. "Cuando me sancionaron, mi abuelo me dijo que limpiara nuestro nombre y eso es lo que me dispongo a hacer", fueron las palabras del atleta en vísperas de su debú.Reynolds mantiene un agrio litigio con Primo Nebiolo, presidente de la Federación Internacional de Atletismo, porque recurrió, y ganó, su sanción ante los tribunales de justicia estadounidense. Nebiolo todavía censura la vía que elegió el atleta: "Los problemas del deporte han de solucionarse dentro de su propio ámbito, sin recurrir a terceros. Están las federaciones, incluso el propio Comité Olímpico, y no pueden valer injerencias. Yo no quiero comentar nada del comportamiento de Reynolds para evitarle cualquier compromiso antes de la competición. Después será el momento adecuado de hablar".

Reynolds no recogió el guante lanzado por el presidente, pero aprovechó para censurarle la manera en la que la Federación Internacional sanciona a sus atletas, poniendo como ejemplo el reciente positivo de Johnson: "El atleta vive en esos momentos una situación extremadamente difícil. La Federación tenía que tener un comportamiento más elegante en eso casos".

Nebiolo, en cambio, no quiso pronunciarse sobre este mismo tema: "La historia de Johnson terminó y no hay más que hablar". Sí quiso comentar los controles que realiza su Federación, que "cuestan 500.000 dólares (más de 50 millones de pesetas) cada año", enfatizó, y extendió la responsabilidad a las federaciones de otros deportes: "El dopaje es un problema, pero no del atletismo, sino del deporte. De poco valdrán los controles que nosotros realizamos si otras federaciones no nos acompañan".

En cuanto a la petición de los atletas de cobrar premios por las clasificaciones que obtengan en los Mundiales, Nebiolo sigue firme: "No vamos a pagar, igual que el Comité Olímpico Internacional no paga a nadie en los Juegos. Lo que sí hacemos es entregar un dinero a cada federación por cada uno de los atletas que presenta a la competición. Luego ella puede repartirlo como quiera".

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