Injusta victoria del Athletic, que ganó a Osasuna de penalti

Osasuna vivió en San Mamés el lado amargo del fútbol, esto es, perder de penalti en el tiempo de descuento después de practicar un fútbol tenaz y preciosista y disparar por cuatro veces al larguero. No se puede practicar un mayor culto al infortunio. A cambio el Athletic sacó el fruto de una victoria a su peor encuentro de la temporada.

El Athletic ha perdido el sitio en el campo y está a punto de perder un lugar en la Liga. El medio campo apenas sobrevive un cuarto de hora a la presión del rival y la defensa exhibe una lentitud y descolocación alarmantes. Ayer el delantero polaco K...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

Osasuna vivió en San Mamés el lado amargo del fútbol, esto es, perder de penalti en el tiempo de descuento después de practicar un fútbol tenaz y preciosista y disparar por cuatro veces al larguero. No se puede practicar un mayor culto al infortunio. A cambio el Athletic sacó el fruto de una victoria a su peor encuentro de la temporada.

El Athletic ha perdido el sitio en el campo y está a punto de perder un lugar en la Liga. El medio campo apenas sobrevive un cuarto de hora a la presión del rival y la defensa exhibe una lentitud y descolocación alarmantes. Ayer el delantero polaco Kosecki (el más genuino sucesor del ex jugador del Atlético de Madrid, el portugués Futre) condujo a los defensores rojiblancos al más espantoso de los ridículos en una magistral lección de velocidad sólo malgastada por su exceso de ansiedad.

El partido de Osasuna constituyó un repaso soberano a sus rivales sólo estropeado en los momentos decisivos. Aguilá, Merino, Spasic y el propio Kosecki tropezaron cuatro veces con el poste, el larguero en pleno festival rojillo.

El Athletic resultó patético. La abulia de sus centrocampistas otorgó las riendas del partido a los jugadores más espesos. El resultado fue un control absoluto del juego para Osasuna, cuya superioridad fue ejemplificada por el recital de Kosecki que obligó al Athletic a ejercitarse en el cuerpo a cuerpo. El delantero rojillo rodó por los suelos cada vez que tuvo el balón en sus pies. En la ilegalidad encontró bastantes veces el conjunto local el remedio a sus males.

Llevado el partido a la espesura, los bilbaínos igualaron en la segunda mitad la contienda no sin que antes Spasic enviara un soberbio disparo a la cruceta respondido por otro cabezazo de Luque al travesaño. A partir de entonces el Athletic sometió a Osasuna a un asedio tan visceral como atolondrado. A cambio, Kosecki golpeó de nuevo la madera en otra prueba de infortunio para su equipo que presagiaba un final fatal. En el iempo de descuento, Valverde cayó entre dos defensores osasunistas. El árbitro dudó, miró al juez de línea y condujo a Osasuna al infierno futbolístico. Era el primer penalti a favor del Athletic en la presente temporada y Garitano lo aprovechó para obtener una victoria tan necesaria como injusta.

Archivado En