Encarcelado el acompañante del conductor que mató a un joven
El hombre que acompañaba al automovilista que mató a un peatón hace dos años y se dio a la fuga también ha ingresado en la cárcel acusado de un presunto delito de omisión del deber de socorro. Su identidad no ha sido facilitada; sin embargo, fuentes próximas a la investigación han señalado que ingresé en Carabanchel hace sólo unos días, dos años después del atropello.El juez que ha investigado durante este tiempo el caso ya tiene en la cárcel, pues, a las dos personas que viajaban en el coche que en la madrugada del 24 de febrero de 1991 acabó con la vida de David Olivar, de 20 años, y se...
Regístrate gratis para seguir leyendo
Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
El hombre que acompañaba al automovilista que mató a un peatón hace dos años y se dio a la fuga también ha ingresado en la cárcel acusado de un presunto delito de omisión del deber de socorro. Su identidad no ha sido facilitada; sin embargo, fuentes próximas a la investigación han señalado que ingresé en Carabanchel hace sólo unos días, dos años después del atropello.El juez que ha investigado durante este tiempo el caso ya tiene en la cárcel, pues, a las dos personas que viajaban en el coche que en la madrugada del 24 de febrero de 1991 acabó con la vida de David Olivar, de 20 años, y se dio a la fuga dejándole tendido en la carretera.
La investigación policial para identificarles ha sido ardua: ha durado nada menos que dos años. La perserverancia ante el juez y la policía de la madre del fallecido, que no quería que la muerte de su hijo quedara impune, dio su primer resultado a finales del pasado diciembre, cuando la policía detuvo al automovilista Francisco Javier H. G. A., de 28 años, quien, tras prestar declaración en el juzgado de guardia, ingresó en la cárcel a finales del pasado diciembre. También se le acusa de no haber auxiliado al joven David tras el accidente, y a su acompañante, de no pedirle que detuviera el vehículo tras el atropello.
La investigación partió de un único dato, facilitado por un testigo, casi insignificante y poco alentador: el coche que atropelló a David era un Fiat 1 turbo, de color rojo, matrícula de Madrid. Este último dato era además incorrecto: la matrícula no era de Madrid, sino de Barcelona.
Según fuentes próximas a la investigación, hubo que revisar cientos de vehículos de esas características, preguntar en decenas de talleres de reparación de chapa y pintura y en otras tantas compañías aseguradoras. En un principio, todas las pesquisas resultaron inútiles, ya que el conductor no avisó a la compañía de seguros y reparó el coche en un taller de confianza.
En el lugar del accidente, frente a la denominada discoteca Nacional, en el paseo de Extremadura, se hallaron restos de la parrilla del vehículo, que fueron enviados a Italia para que la casa de coches Fiat los analizara y pudiera ofrecer alguna característica mas concreta del vehículo.
Al final, la policía encontró el coche aparcado en la calle de la Farmacia (próxima a la calle de Fuencarral). El conductor admitió ser el autor del faltal atropello.
Dominicanas
Por otra parte, los cuatro policías municipales que resultaron con lesiones en Aravaca tras arrojar piedras contra ellos y sus vehículos unas 200 dominicanas no han podido identificar en el juzgado de Madrid que investiga el caso a ninguna de las agresoras, según han informado fuentes jurídicas. Los agentes se han remitido a un vídeo casero que existe sobre el altercado y dicen que se limitaron a defenderse de las piedras que les lanzaban.