Tráfico contraviene normas internacionales al utilizar coches camuflados para sorprender a los conductores

La Dirección General de Tráfico (DGT) contraviene las recomendaciones internacionales al utilizar coches camuflados para sorprender a los conductores que infringen las normas de circulación. Un convenio de Ginebra de 1971 sobre seguridad vial da instrucciones a los agentes que regulan la circulación para que sean "reconocibles y visibles a distancia". A pesar de ello, Tráfico admite disponer de 143 coches camuflados y 115 con radar, según una comunicación dirigida al diputado del CDS Rafael Martínez-Campillo.

La veda del mal conductor sigue abierta. Se le dispara con ráfagas de luz, con...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

La Dirección General de Tráfico (DGT) contraviene las recomendaciones internacionales al utilizar coches camuflados para sorprender a los conductores que infringen las normas de circulación. Un convenio de Ginebra de 1971 sobre seguridad vial da instrucciones a los agentes que regulan la circulación para que sean "reconocibles y visibles a distancia". A pesar de ello, Tráfico admite disponer de 143 coches camuflados y 115 con radar, según una comunicación dirigida al diputado del CDS Rafael Martínez-Campillo.

La veda del mal conductor sigue abierta. Se le dispara con ráfagas de luz, con fogonazos procedentes de rincones ocultos o árboles frondosos que esconden un coche camuflado. De esto saben mucho los madrileños, que están siendo víctimas en las últimas semanas de una campaña contra los conductores malos que circulan a más velocidad de la permitida. En cualquier momento les aparece un destello por la espalda cuando atraviesan la Castellana o cualquier otra vía aparente mente rápida plagada de señales con límites de velocidad.La DGT dispone de 115 coches provistos de radar y 143 camuflados. El uso de estos vehículos no está prohibido por la legislación de ningún país, pero es un hecho que se tiende a reducir su implantación. La asesora jurídica del Real Automóvil Club de España (RACE), Gloria Vinader, sostiene que en todo el mundo se tiende a la transparencia.

"Los coches camuflados no favorecen ni a la imagen de la policía de tráfico ni a los derechos de los conductores. En algunos países, la posición de los coches radar se anuncia con grandes carteles. Si cometes una infracción te paran, se identifica el policía, te lee tus derechos y, a continuación, te pone la multa".

Vinader no tiene buena opinión de los coches camuflados.

"Te enteras que has sido sorprendida cometiendo una infracción con un mes y pico de retraso. De esa manera resulta muy difícil defenderte. ¿Qué pruebas tienes de que se cometió la infracción? ¿Quién hizo la denuncia?", se pregunta. Sus reservas se extienden a la intención de Tráfico de dotarse con radares móviles: "Van a tener que ser mucho más sutiles; para que una medición en movimiento sea correcta tendrán que aportar muchas homologaciones que acrediten la autenticidad de esas mediciones".

Las cautelas de Vinader sobre este proyecto de la DGT contrastan con la buena opinión que le merece la gestión de este organismo en la última campaña. "Creo que ha sido acertada su campaña de concienciación sobre los conductores. Valoro mucho su labor en ese sentido".

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

El diputado Martínez-Campillo, que sigue de cerca las cuestiones relacionadas con la seguridad vial, tampoco ve las ventajas de usar coches camuflados. Es más partidario de las medidas preventivas que de las represivas, del trabajo de disuasión de la Guardia Civil de Tráfico por encima de sus tareas rellenando impresos de multas.

En esa postura se mantiene desde que en el Plan de Seguridad Vial de 1989 se preveían nuevas técnicas de vigilancia, "desde vehículos oficiales sin identificación de color, emblemas ni matrícula oficial, a fin de detectar infracciones que nunca se cometerían ante las fuerzas de vigilancia en caso de ser identificadas". Se opuso a esta política- porque "no se perseguía realmente evitar la comisión de infracciones, sino sencillamente a sorprender al infractor para sancionarlo".

En lugar de coches camuflados o radares móviles, Martínez Campillo prefiere que se incremente la dotación de guardias civiles. Sólo hay 1.410 para el control de 324.000 kilómetros de carreteras. "No se pueden aumentar en calidad y cantidad las carreteras sin que vaya acompaña o infraestructuras de seguridad vial".

Al desguace

Las campañas institucionales para que los españoles renueven sus vehículos no va con la Guardia Civil. Como depende de los presupuestos, unos años tienen para más y otros para menos que nada. De las 11.454 unidades de su parque, casi la mitad tiene más de 10 años de antigüedad, hecho que garantiza muy poco la seguridad de sus conductores y ocupantes. El 45% de los turismos (5.729) se encuentran en esas condiciones, igual que el 39% de sus 4.557 todoterreno.La vejez más añeja la ostentan los vehículos utilizados para el desplazamiento de las patrullas rurales. Con más de 10 años hay 1.863 Renault 4L y 1.224 todoterreno, cuyo estado "es lamentable, superando muchos de ellos los 250.000 kilómetros rodados", según reconoce el propio Ministerio del Interior.

De este viejo parque, se salvan los vehículos de los guardias destinados en Tráfico, ya que sólo cuatro de sus coches patrulla superan los 10 años. Los demás se han matriculado después de 1982, incluidos los 143 coches que circulan camuflados y los 115 con radar detector de velocidad. Cuando se hacen viejos ya no se subastan, como ocurría antes. "Los mandamos todos al desgüace porque no reúnen condiciones para otra cosa", reconocía Miguel María Muñoz, director general de Tráfico.

Archivado En