El Athletic logró aprobar su presupuesto en una segunda asamblea

La directiva del Athletic de Bilbao logró sacar adelante el presupuesto para la presente temporada en la segunda asamblea de socios celebrada el jueves. El rechazo frontal a la gestión de sus dirigentes por la mayoría de los socios en la primera asamblea se convirtió casi en una aclamación general en la segunda por obra y gracia de dos cuestiones emblemáticas: la aminoración de la subida de cuotas en al menos un 10% y la buena clasificación del equipo tras su victoria en Pamplona hace 10 días.Estos dos factores tan evidentes acabaron convirtiendo a la asamblea en una balsa de aceite por la que...

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La directiva del Athletic de Bilbao logró sacar adelante el presupuesto para la presente temporada en la segunda asamblea de socios celebrada el jueves. El rechazo frontal a la gestión de sus dirigentes por la mayoría de los socios en la primera asamblea se convirtió casi en una aclamación general en la segunda por obra y gracia de dos cuestiones emblemáticas: la aminoración de la subida de cuotas en al menos un 10% y la buena clasificación del equipo tras su victoria en Pamplona hace 10 días.Estos dos factores tan evidentes acabaron convirtiendo a la asamblea en una balsa de aceite por la que la junta directiva navegó con soltura mientras el grupo opositor Compromisarios por el Athletic recibió una tras otra las críticas de los socios alineados con la tesis oficial

El Athletic ha aprobado así un presupuesto de 1.082 millones de pesetas para la presente temporada casi igual al que fue rechazado en la anterior asamblea y que en vez de despejar, aumenta las dudas sobre su eficaz realización. El club arrastra una deuda real de 900 millones y no parece que el presupuesto aprobado contribuya a reducir el gasto. Para paliar el descenso de ingresos por cuotas de socios (al reducir notablemente la propuesta de incremento), la directiva ha incrementado aleatoriamente las partidas de publicidad, ingresos por taquilla y traspasos de jugadores. Pero el primer capítulo incluye un patrocinio que no existe, el segundo depende de las veleidades deportivas del equipo y el tercero tiende a su descapitalización futbolística.