Pasión por las matemáticas

Lo impulsaron, explica él, las ganas de vivir. Y de saber. Un día, cuando José Sánchez Povedano, un carpintero granadino de 86 años, no tuvo mas remedio que jubilarse y dejar el taller, decidió que lo que más había querido hacer siempre y no pudo era estudiar matemáticas, aritmética y geometría. De modo que se apuntó a las clases de educación de adultos, se presentó a los exámenes meses más tarde y el pasado miércoles consiguió su sueño: el título de graduado escolar. Hoy es ya el decano de los estudiantes del país."La verdad es que estoy contento hasta no poder más", comenta sonriente Sánchez...

Lo impulsaron, explica él, las ganas de vivir. Y de saber. Un día, cuando José Sánchez Povedano, un carpintero granadino de 86 años, no tuvo mas remedio que jubilarse y dejar el taller, decidió que lo que más había querido hacer siempre y no pudo era estudiar matemáticas, aritmética y geometría. De modo que se apuntó a las clases de educación de adultos, se presentó a los exámenes meses más tarde y el pasado miércoles consiguió su sueño: el título de graduado escolar. Hoy es ya el decano de los estudiantes del país."La verdad es que estoy contento hasta no poder más", comenta sonriente Sánchez Povedano mientras muestra el título, firmado por el Rey y con la calificación de suficiente. "Lo importante es hacer lo que uno siempre ha querido hacer, y como cuando yo me jubilé tenía mucho tiempo libre, quise dedicarlo a estudiar matemáticas y geometría, que son imprescindibles para cualquier cosa".

En Maracena, una pequeña localidad próxima a Granada en donde vive desde que nació José, El Carpintero, como todos lo conocen, la noticia de su graduación ha causado revuelo. "Sobre todo en el hogar del pensionista", asegura. "Dicen que he subido la categoría del pueblo".

Padre de tres hijos, uno de ellos profesora, José no consiguió que sus familiares creyeran en sus intenciones de graduarse hasta que lo hizo de veras. "Mi hija", comenta, "me decía que cómo iba yo a ponerme a estudiar con la edad que tenía. Pero luego, cuando le enseñé el papel que decía que me habían aprobado, qué alegria le dio. Ahora está muy orgullosa".

Durante la entrega del título, el delegado de Educación de la Junta, Juan Ruiz, lo animó para continuar sus estudios. "Pero yo le dije", explica Sánchez Povedano, "que ya eso es mucho para mí con mis años. Aunque me gustaría mucho ir a la Universidad y estudiar dibujo lineal para hacer diseños de muebles, que es de lo que yo más sé".

De no haber sido por la avería del autobús que lo conducía a Granada el día que tenía que examinarse, en junio de 1991, José, El Carpintero, habría conseguido su graduado antes. "Pero llegué tarde al examen y me quedaron para septiembre la lengua española y el idioma, aunque luego los aprobé".

Ahora, a los 86 años, José recuerda que en su infancia no pudo ir al colegio. "Eran otros tiempos, y desde pequeño uno tenía que trabajar. Yo empecé en el campo y luego me hice aprendiz de carpintero. Pero siempre me gustó leerlo, todo". Todavía ahora, después de comer, va casi a diario hasta un hogar del pensionista en Granada, "porque allí están todos los periódicos, y no me gusta dejarme ninguno sin leer".

Cuando se le pregunta sobre qué fue lo que le impulsó a querer conseguir el graduado escolar, José Sánchez, que hasta hace muy poco daba largos paseos en bicicleta y aun hoy hace gimnasia cada día, responde casi sin pensar: "Me condujo el espíritu de superarme, de no quedarme parado en nada. Yo creo que son las ganas de vivir y de saber".